Encontrados 66 resultados para: sabía
Yo sabía que eres porfiado, que tu cuello es como una barra de hierro y que tienes la frente como de bronce. (Isaías 48, 4)
No son cosas de tiempos pasados, pues recién acabo de decidirlas, y hasta el día de hoy no habías oído de ellas, así que no podrás decir: «Ya lo sabía». (Isaías 48, 7)
Tú nada de ellas habías escuchado o sabido, ni habían llegado con anticipación a tus oídos; porque yo sabía lo infiel que eres, que desde el seno de tu madre te llaman «el rebelde». (Isaías 48, 8)
¡Y yo que no tenía más sospecha que el cordero al que llevan tranquilo para matarlo! No sabía lo que estaban tramando para perderme: «Hagámosle tragar unas buenas pruebas, hasta que desaaparezca de entre los vivos, y nadie se acordará más de su nombre.» (Jeremías 11, 19)
A estos cuatro jóvenes, Dios les concedió sabiduría e inteligencia, tanto para las letras como para la filosofía. Lo que es Daniel, sabía explicar sueños y visiones. (Daniel 1, 17)
Mi Dios envió a su ángel para cerrar la boca de los leones y no me han hecho ningún mal porque Dios me sabía inocente. Tampoco en contra tuya he cometido ninguna falta. (Daniel 6, 23)
Se dirigió a Yavé y le dijo: «Ah, Yavé, es exactamente lo que yo preveía cuando estaba todavía en mi tierra, y por esto traté de huir a Tarsis. Yo sabía que tú eres un Dios clemente y misericordioso, paciente y lleno de bondad, siempre dispuesto a perdonar. (Jonás 4, 2)
Jesús sabía lo que estaban pensando, y les dijo: «Todo reino que se divide, corre a la ruina; no hay ciudad o familia que pueda durar con luchas internas. (Evangelio según San Mateo 12, 25)
Por último vino el que había recibido un solo talento y dijo: «Señor, yo sabía que eres un hombre exigente, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has invertido. (Evangelio según San Mateo 25, 24)
Porque sabía que le habían entregado a Jesús por envidia. (Evangelio según San Mateo 27, 18)
Entonces la mujer, que sabía muy bien lo que le había pasado, asustada y temblando, se postró ante él y le contó toda la verdad. (Evangelio según San Marcos 5, 33)
En realidad no sabía lo que decía, porque estaban aterrados. (Evangelio según San Marcos 9, 6)