Encontrados 84 resultados para: riquezas

  • Amontoné el oro y la plata, todas las riquezas que me venían de los reyes y de las provincias. Tuve cantantes y coristas, y lo que más deleita al hombre: mujeres, muchas mujeres. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 8)

  • Cuando un hombre ha recibido de Dios posesiones y riquezas; cuando puede comer, gozar y disfrutar de su trabajo, todo eso es un don de Dios. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 18)

  • Aún he visto esto bajo el sol, que la carrera no la ganan los más rápidos, ni la lucha los que tienen más fuerzas; no hay más pan para los sabios, ni más riquezas para los inteligentes, ni máss favores para los entendidos. Pues para todos se da la ocasión y la mala suerte. (Eclesiastés (Qohelet) 9, 11)

  • Junto con ella me llegaron todos los bienes: sus manos estaban repletas de riquezas incontables. (Sabiduría 7, 11)

  • repletando tu casa con cosas muy especiales, y tus graneros, con sus riquezas. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 17)

  • No cuentes con las riquezas mal adquiridas, de nada te servirán el día de la desgracia. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 8)

  • A un pobre se lo estima por su sabiduría, y a un rico por sus riquezas. (Sirácides (Eclesiástico) 10, 30)

  • Después de eso, el Señor miró hacia abajo, a la tierra, y la colmó de sus riquezas. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 29)

  • Conserva en su memoria las palabras de los hombres célebres y penetra las riquezas de sus máximas; (Sirácides (Eclesiástico) 39, 2)

  • ¿Qué harán el día que se arreglen las cuentas? ¿A dónde huirán, y quién los ayudará cuando, desde lejos, venga el desastre? ¿Dónde encerrarán sus riquezas? (Isaías 10, 3)

  • Mi mano ha tomado, como se toma un nido, las riquezas de los pueblos. Como se recogen huevos botados, así me he apoderado de toda la tierra y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni piara. (Isaías 10, 14)

  • Oráculo sobre los animales del Negueb: A través de una tierra pobre y triste, poblada por leones y por víboras y serpientes voladoras, llevan sus tesoros, a lomo de burro, y sus riquezas sobre la joroba de camellos, a un pueblo que no les prestará ninguna ayuda. (Isaías 30, 6)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina