Encontrados 7794 resultados para: res

  • Yavé dijo a Noé: «Entra en el Arca, tú y tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en esta generación. (Génesis 7, 1)

  • Porque dentro de siete días, haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré a todos los seres que creé.» (Génesis 7, 4)

  • De todo ser que respira y vive entraron con Noé en el arca en fila de a dos. (Génesis 7, 15)

  • Y las aguas siguieron bajando hasta el mes décimo, hasta que el día primero de ese mes aparecieron las cumbres de los montes. (Génesis 8, 5)

  • La paloma regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. Entonces Noé se dio cuenta que las aguas se habían retirado de la superficie de la tierra. (Génesis 8, 11)

  • Todavía esperó otros siete días más y soltó a la paloma, que ya no regresó más al arca. (Génesis 8, 12)

  • Saca también contigo a todos los seres vivientes que tienes dentro de todas las especies: aves, animales, bestias y reptiles que se arrastran por el suelo. Que pululen, llenen la tierra y se multipliquen.» (Génesis 8, 17)

  • Todo lo que tiene movimiento y vida les servirá de alimento; se lo entrego lo mismo que hice con las legumbres y las hierbas. (Génesis 9, 3)

  • Pero también reclamaré la sangre de ustedes como si fuera su alma. Pediré cuenta de ella a cualquier animal. Y también el hombre deberá responder de la sangre de cualquier hombre, hermano suyo. (Génesis 9, 5)

  • y también con todos los seres vivientes que están con ustedes: aves, animales domésticos, y fieras salvajes, en una palabra, con todas las bestias de la tierra que han salido del arca. (Génesis 9, 10)

  • Pues el arco estará en las nubes; yo al verlo me acordaré de la alianza perpetua entre Dios y todo ser terrestre, con todo ser animado que vive en una carne.» (Génesis 9, 16)

  • Y dijo Dios a Noé: «Esta es la señal de la alianza que yo he establecido entre mí y todo ser terrestre.»Los hijos de Noé (Génesis 9, 17)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina