Encontrados 54 resultados para: regalos
Salomón dio a la reina de Saba todo cuanto ella quiso; además le hizo regalos como sólo él podía hacerlos. Después, ella se marchó y volvió a su país con toda su gente. (1 Reyes 10, 13)
Año tras año cada uno le traía regalos: objetos de plata y oro, vestidos, armas, perfumes, caballos y mulos. (1 Reyes 10, 25)
Entonces Naamán regresó al hombre de Dios con toda su gente. Entró y le dijo: «Ahora sé que no hay en el mundo otro Dios que el de Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu servidor.» (2 Reyes 5, 15)
Pero Eliseo contestó: «Lo juro por Yavé, a quien sirvo: no los aceptaré.» Y por más que Naamán insistió, no aceptó sus regalos. (2 Reyes 5, 16)
Cuando Naamán estaba ya a cierta distancia, Guejazí, el muchacho de Eliseo, se dijo: «¡Pensar que mi señor no tomó los regalos que le trajo ese arameo! ¡Por Yavé, que correré tras él y recuperaré algo de esto!» (2 Reyes 5, 20)
Yavé fortaleció su poder. Todo Judá traía regalos a Josafat, que iba adquiriendo grandes riquezas y honores. (2 Crónicas 17, 5)
Que el temor a Yavé esté con ustedes. Cuiden bien lo que hacen, porque Yavé, nuestro Dios, no tolera que se hagan favores a uno más que a otro; no soporta a los jueces pervertidos ni a los que se dejan comprar con regalos.» (2 Crónicas 19, 7)
Ajaz despojó la Casa de Yavé y la casa del rey y de los jefes para hacer regalos al rey de Asur, pero de nada le sirvió. (2 Crónicas 28, 21)
Cuando llegaron a Jerusalén, adoraron a Dios y, después de que se purificó el pueblo, le ofrecieron sacrificios, ofrendas y regalos. (Judit 16, 18)
Después, como homenaje a Ester, dio el rey un gran banquete a todos sus ministros y funcionarios, decretó un día feriado para todas las provincias y repartió regalos a manos llenas. (Ester 2, 18)
Esto explica que los judíos que viven en el campo o en aldeas celebren esa fecha con fiestas y banquetes el día catorce de Adar y se envíen regalos unos a otros, y, en cambio, los que habitan en las ciudades tengan como día de fiesta para intercambiarse regalos el quince del mes de Adar. (Ester 9, 19)
para recordar que en esos días los judíos se habían librado de sus enemigos y que, en ese mes, su angustia se había cambiado en felicidad y su duelo en día de fiesta. Los convidaba, pues, a que ese día lo pasaran alegremente, se enviaran regalos unos a otros y dieran limosna a los pobres. (Ester 9, 22)