Encontrados 25 resultados para: quejas

  • Esas quejas y acusaciones me llenaron de indignación. (Nehemías 5, 6)

  • A pesar de que digo: «Voy a olvidar mis quejas, cambiaré de semblante y me pondré alegre», (Job 9, 27)

  • Te respondo: Estas quejas no valen, pues, ¡cuánto supera Dios al hombre! (Job 33, 12)

  • Estoy paralizado y hecho pedazos, quisiera que mis quejas fueran rugidos. (Salmos 38, 9)

  • ¿De quién son los "ayes"? ¿De quién son los lamentos? ¿De quiénes las peleas y las quejas? ¿De quiénes los golpes sin motivos y los ojos que ven doble? (Proverbios 23, 29)

  • Déjense pues de quejas injustificadas, eviten los propósitos condenables, pues ni siquiera la palabra dicha en secreto queda sin consecuencias y la boca mentirosa mata al alma. (Sabiduría 1, 11)

  • entonces le pondré sitio a Ariel y habrá quejas y lamentaciones. Tú serás para mí como un Ariel. (Isaías 29, 2)

  • ¿Por qué te quejas de tus heridas, y por qué tu dolor no se puede calmar? Por tu enorme culpa, por tus numerosos pecados te he hecho esto. (Jeremías 30, 15)

  • Por aquellos días, como el número de los discípulos iba en aumento, hubo quejas de los llamados helenistas contra los llamados hebreos, porque según ellos sus viudas eran tratadas con negligencia en la atención de cada día. (Hecho de los Apóstoles 6, 1)

  • Después me enteré de que los judíos preparaban una emboscada contra este hombre, por lo que decidí enviártelo, y dije a sus acusadores que presentaran sus quejas ante ti. Adiós.» (Hecho de los Apóstoles 23, 30)

  • Cuando estuve en Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos presentaron quejas contra él y me pidieron que lo condenara. (Hecho de los Apóstoles 25, 15)

  • Cumplan todo sin quejas ni discusiones; (Carta a los Filipenses 2, 14)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina