Encontrados 1446 resultados para: profecia de Eliseu sobre victoria

  • Les damos esto como palabra del Señor: nosotros, los que ahora vivimos, si todavía estamos con vida cuando venga el Señor, no tendremos ventaja sobre los que ya han muerto. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 15)

  • ¿Cuándo sucederá eso? ¿Cómo será? Sobre esto, hermanos, no necesitan que se les hable, (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 1)

  • y la gracia de nuestro Señor vino sobre mí muy abundante junto con la fe y el amor cristiano. (1º Carta a Timoteo 1, 14)

  • Al darte estas recomendaciones, Timoteo, hijo mío, pienso en las profecías que fueron pronunciadas sobre ti; que ellas te guíen en el buen combate que debes realizar. (1º Carta a Timoteo 1, 18)

  • Los presbíteros que son buenos dirigentes recibirán doble honor y remuneración, sobre todo los que llevan el peso de la predicación y de la enseñanza. (1º Carta a Timoteo 5, 17)

  • Los que están bajo el yugo de la esclavitud procuren ser muy respetuosos con sus amos, no sea que las críticas recaigan sobre el nombre de Dios y su doctrina. (1º Carta a Timoteo 6, 1)

  • a su querido hijo Timoteo. Vengan sobre ti de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor, la gracia, la misericordia y la paz. (2º Carta a Timoteo 1, 2)

  • Toma como norma la sana doctrina que has oído de mí sobre la fe y el amor según Cristo Jesús. (2º Carta a Timoteo 1, 13)

  • Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en Tróade, en casa de Carpo, y también los libros, sobre todo los pergaminos. (2º Carta a Timoteo 4, 13)

  • Porque hay muchos espíritus rebeldes, charlatanes y engañadores, sobre todo entre los de origen judío. (Carta a Tito 1, 10)

  • Que no roben a sus patrones, sino que se muestren dignos de toda confianza; así atraerán elogios sobre la doctrina de Dios, nuestro Salvador. (Carta a Tito 2, 10)

  • que Dios derramó sobre nosotros por Cristo Jesús, nuestro Salvador. (Carta a Tito 3, 6)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina