Encontrados 17 resultados para: procede

  • Ahora, procede a repartir la tierra que deben poseer las nueve tribus y la media tribu de Manasés. (Josué 13, 7)

  • No probará nada de lo que procede de la uva, no beberá vino ni bebida fermentada, no comerá nada impuro y observará todo lo que yo le he mandado.» (Jueces 13, 14)

  • pues Judá se hizo poderoso entre sus hermanos y de él procede el príncipe, pero los derechos de primogénito pertenecen a José. (1 Crónicas 5, 2)

  • Pero de ti procede el perdón, y así se te venera. (Salmos 130, 4)

  • Tratándose de los demás pueblos, Dios espera pacientemente que colmen la medida de sus pecados para darles el castigo. Mientras que con nosotros procede de una manera diferente, (2 Macabeos 6, 14)

  • Cada hombre quedó armado no con espada y escudo, sino con la certeza que procede de palabras nobles. Para confirmar todo esto, les narró un sueño digno de fe o, mejor dicho, una visión por la que todos se alegraron. (2 Macabeos 15, 11)

  • ¿Va a ser maldita la raza de Jacob? ¿Acaso Yavé se pondría nervioso? ¿Es así como procede? ¿No tiene más bien palabras de bondad para su pueblo, Israel?» (Miqueas 2, 7)

  • En cambio lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impura a la persona. (Evangelio según San Mateo 15, 18)

  • Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí. (Evangelio según San Juan 15, 26)

  • Jesús contestó: «Mi realeza no procede de este mundo. Si fuera rey como los de este mundo, mis guardias habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no es de acá.» (Evangelio según San Juan 18, 36)

  • Que Dios, de quien procede toda perseverancia y consuelo, les conceda también a todos vivir en buen acuerdo, según el espíritu de Cristo Jesús. (Carta a los Romanos 15, 5)

  • Es verdad que con los perfectos hablamos de sabiduría, pero es una sabiduría que no procede de este mundo ni de sus cabezas, ya que han sido eliminados. (1º Carta a los Corintios 2, 6)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina