Encontrados 23 resultados para: presenta

  • Disfruta de la vida y no desdeñes un gusto legítimo si se te presenta en el camino. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 14)

  • Hay gente que no peca sólo por falta de medios: si se presenta la ocasión no tendrán empacho en hacerlo. (Sirácides (Eclesiástico) 20, 21)

  • El tonto entra sin más en una casa, el hombre que sabe actuar se presenta con discreción. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 22)

  • Come lo que se te presenta como un hombre educado y no como un glotón, lo que te haría odioso. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 16)

  • Cuando el justo presenta su ofrenda, la grasa es para el altar, pero el buen olor sube hasta el Altísimo. (Sirácides (Eclesiástico) 35, 5)

  • Una visión siniestra se presenta a mis ojos: El traidor traiciona, y el salteador saquea: «¡Arriba, Elamitas! ¡ataquen, Medos!» - «Hice callar los últimos gemidos.» (Isaías 21, 2)

  • Ahora bien se sacrifica a un buey y al mismo tiempo se mata a un hombre; se degüella un cordero pero también se desnuca un perro. Se presenta como ofrenda sangre de cerdo y, si queman incienso, lo queman ante los ídolos. Así como se deleitan en seguir sus caminos, y sus almas quedan felices con sus sucios ídolos, (Isaías 66, 3)

  • Pues he aquí que Yavé se presenta en medio del fuego, montado en los carros de la tempestad. Da rienda suelta a su ardiente cólera, sus amenazas son carbones encendidos. (Isaías 66, 15)

  • Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena ha llegado; el tiempo de la curación, y se presenta el miedo. (Jeremías 8, 15)

  • Escuchen ahora lo que me dice Yavé: «Presenta tu querella delante de las montañas y que oigan tu acusación las colinas.» (Miqueas 6, 1)

  • deja allí mismo tu ofrenda ante el altar, y vete antes a hacer las paces con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda. (Evangelio según San Mateo 5, 24)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina