Encontrados 23 resultados para: ponía

  • Cuando los hombres del Macabeo supieron que se ponía sitio a sus ciudades fuertes, suplicaron al Señor junto con todo el pueblo, en medio de gemidos y lágrimas, que enviara un ángel bueno para salvar a Israel. (2 Macabeos 11, 6)

  • El Macabeo se dio cuenta que Nicanor le daba un trato más reservado y se ponía más duro en las entrevistas acostumbradas, y comprendió que aquella conducta no anunciaba nada bueno. Empezó a reunir a algunos de los suyos y no se dejó ver ya por Nicanor. (2 Macabeos 14, 30)

  • cuando le impuso sus fronteras al mar, un límite que no franquearían sus olas. Cuando ponía los cimientos de la tierra, (Proverbios 8, 29)

  • esas mesas en las que se ponía la carne de los sacrificios tenía un borde sobresaliente de una palma de ancho en todo el derredor. (Ezequiel 40, 43)

  • Daniel, al saber que el decreto había sido firmado, entró en su casa. Las ventanas de su pieza superior estaban orientadas hacia Jerusalén y, tres veces al día, se ponía de rodillas, orando y alabando a su Dios, como lo había hecho siempre. (Daniel 6, 11)

  • Yo le tomaré cuentas por los años de los Baales en que les ofrecía incienso y en que se ponía sus aros y collares para correr detrás de sus amantes; y se olvidaba de mí, la ingrata. (Oseas 2, 15)

  • Pues, por más que los marineros se esforzaban remando por alcanzar tierra, no podían, y el mar cada vez se ponía más agitado. (Jonás 1, 13)

  • Antes del atardecer, cuando se ponía el sol, empezaron a traer a Jesús todos los enfermos y personas poseídas por espíritus malos. (Evangelio según San Marcos 1, 32)

  • pero el otro ponía trabas. El Elimas (éste era su nombre, que significa el Mago), intentaba apartar al gobernador de la fe. (Hecho de los Apóstoles 13, 8)

  • proclamaba el Reino de Dios y les enseñaba con mucha seguridad lo referente a Cristo Jesús, el Señor, y nadie le ponía trabas. (Hecho de los Apóstoles 28, 31)

  • Pues el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios cuando ponía por obra su sabiduría; entonces a Dios le pareció bien salvar a los creyentes con esta locura que predicamos. (1º Carta a los Corintios 1, 21)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina