Encontrados 42 resultados para: podían

  • Los sacerdotes no podían entrar en la Casa de Yavé, porque su Gloria la llenaba. (2 Crónicas 7, 2)

  • ya que no podían celebrarla a su debido tiempo porque los sacerdotes no se habían santificado en número suficiente y el pueblo no se había reunido en Jerusalén. (2 Crónicas 30, 3)

  • Esdras trajo la Ley ante la asamblea, en que se mezclaban hombres y mujeres, y todos los niños que podían entender lo que se iba a leer. Era el primer día del séptimo mes. (Nehemías 8, 2)

  • Le seguía una multitud numerosa como la langosta y como la arena de la tierra. Eran tantos que no se podían contar. (Judit 2, 20)

  • ésta fue la obra del Señor, no podían creerlo nuestros ojos. (Salmos 118, 23)

  • obligando a los verdaderos israelitas a vivir en refugios y ocultarse como podían. (1 Macabeos 1, 53)

  • Cuando Judas y sus hombres escucharon estas noticias, reunieron una gran asamblea para examinar lo que podían hacer en favor de sus hermanos que estaban en apuros y debían luchar por su vida. (1 Macabeos 5, 16)

  • Los de la fortaleza, en Jerusalén, ya no podían salir de ella ni entrar al territorio judío para comprar o vender, y pasaron mucha escasez, muriendo de hambre muchos de ellos. (1 Macabeos 13, 49)

  • De igual modo se veneran estatuas por orden de los príncipes. Aquellos de sus súbditos que no podían honrarlos personalmente porque vivían lejos, quisieron tener su retrato. Mediante esa imagen podrían venerar al rey como si estuviera presente. (Sabiduría 14, 17)

  • Habían adoptado como dioses a ídolos venidos de todas las naciones - imágenes incapaces de ver con sus ojos, respirar con su nariz, oír con sus oídos; que no podían ni tocar con sus dedos ni caminar con sus pies. (Sabiduría 15, 15)

  • La única cosa que podìan ver erda un fuego terrible que no se extinguía ; y cuando esa visión había ya desaparecido, en su terror exageraban todavía lo que acababan de ver. (Sabiduría 17, 6)

  • Yavé, tú eres mi Dios, yo te saludo y celebro tu Nombre, pues hiciste maravillas, obras que venían desde mucho anates, que no podían faltar. (Isaías 25, 1)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina