Encontrados 266 resultados para: piedra de ayuda

  • Y Yavé me dio las dos tablas de piedra, las tablas de la Alianza, al terminarse los cuarenta días y las cuarenta noches. (Deuteronomio 9, 11)

  • En ese tiempo Yavé me dijo: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras y sube hacia mí en el monte; harás también un Arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)

  • Hice, pues, un arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra como las primeras y subí al cerro llevándolas. (Deuteronomio 10, 3)

  • los llevarán a los dos y los apedrearán hasta que mueran: la joven porque no gritó y no pidió ayuda, estando en la ciudad, y el hombre, porque deshonró a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 22, 24)

  • Estaba sola en el campo, gritó y nadie le prestó ayuda. (Deuteronomio 22, 27)

  • No se tomará en prenda el molino, ni la muela de piedra del molino, porque ello sería tomar en prenda la vida misma. (Deuteronomio 24, 6)

  • Yavé te llevará a ti y al rey que tú hayas elegido a una nación que ni tú ni tus padres conocían, y allí servirás a otros dioses de piedra y de madera. (Deuteronomio 28, 36)

  • Yavé te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres han conocido. (Deuteronomio 28, 64)

  • Ustedes han visto las abominaciones y los sucios ídolos que guardan ellas: piedra, madera, oro y plata. (Deuteronomio 29, 16)

  • «Caminen delante del Arca hasta el medio del Jordán y traigan de allí al hombro una piedra por cada tribu. (Josué 4, 5)

  • Dame, pues, esa montaña que me prometió Yavé. Como tú lo has oído, allí hay enaceos que viven en ciudades fortificadas. Pero con la ayuda de Yavé espero conquistarlas, según Yavé me prometió.» (Josué 14, 12)

  • Por el norte, la frontera empezaba desde la Lengua del Mar, a la desembocadura del Jordán, subía a Bet-Hagla, pasaba por el norte de Bet-Arabá y subía hasta la piedra de Boén, hijo de Rubén. (Josué 15, 6)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina