Encontrados 12 resultados para: permiso

  • Rut le pidió permiso a Noemí para ir a recoger espigas donde pudiera hacerlo sin problemas. (Rut 2, 2)

  • Yonadab le dijo: «Quédate en cama, y cuando tu padre vaya a visitarte, dile: Da permiso a mi hermana Tamar para que venga a darme de comer; que me pre pare algo aquí mismo, para que yo lo vea, y en seguida me lo sirva con sus propias manos.» (2 Samuel 13, 5)

  • Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: «Dame permiso para ir a Hebrón, a cumplir el voto que hice a Yavé; (2 Samuel 15, 7)

  • ¿Y ahora piensas tú que he subido a este lugar para destruirlo sin el permiso de Yavé? Es precisamente Yavé quien me dijo: Sube a esta tierra y destrúyela.» (2 Reyes 18, 25)

  • Fueron a verlos entonces Tatenay, gobernador de la provincia al otro lado del Río, Setar- Boznay y sus colegas. Les preguntaron: "¿Quién les dio permiso para reconstruir ese templo y poner esos tijerales? (Esdras 5, 3)

  • Por lo demás, te doy permiso para que hagas con ese pueblo lo que quieras.» (Ester 3, 11)

  • Con ese permiso, construyeron en Israel un gimnasio al estilo pagano, (1 Macabeos 1, 14)

  • A nadie le ha pedido que sea impío, a nadie le ha dado permiso para que peque. (Sirácides (Eclesiástico) 15, 20)

  • Y las mujeres añadieron: «Cuando nosotras ofrecíamos incienso y derramábamos vino en honor de la reina del cielo, ¿acaso era sin permiso de nuestros maridos? (Jeremías 44, 19)

  • A los del palacio se les servían alimentos y bebidas que Daniel no quería tomar, por estar prohibidos por su ley. Pidió entonces permiso al jefe de los funcionarios del palacio para no comer estas cosas, que lo habrían manchado. (Daniel 1, 8)

  • ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia; (Evangelio según San Lucas 22, 31)

  • Llegados a Roma, el capitán entregó los presos al gobernador militar, pero dio permiso a Pablo para alojarse en una casa particular con un soldado que lo vigilara. (Hecho de los Apóstoles 28, 16)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina