Encontrados 87 resultados para: perdido y encontrado

  • y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: "Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido." (Evangelio según San Lucas 15, 6)

  • Y apenas la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: Alégrense conmigo, porque hallé la moneda que se me había perdido. (Evangelio según San Lucas 15, 9)

  • porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta. (Evangelio según San Lucas 15, 24)

  • Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.» (Evangelio según San Lucas 15, 32)

  • El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.» (Evangelio según San Lucas 19, 10)

  • Por tercera vez les dijo: «Pero, ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad.» (Evangelio según San Lucas 23, 22)

  • Encontró primero a su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías» (que significa el Cristo). (Evangelio según San Juan 1, 41)

  • Jesús no había entrado aún en el pueblo, sino que seguía en el mismo lugar donde Marta lo había encontrado. (Evangelio según San Juan 11, 30)

  • Así se cumplía lo que Jesús había dicho: «No he perdido a ninguno de los que tú me diste.» (Evangelio según San Juan 18, 9)

  • «Hemos encontrado la cárcel perfectamente cerrada y a los centinelas fuera, en sus puestos, pero al abrir las puertas, no hemos encontrado a nadie dentro.» (Hecho de los Apóstoles 5, 23)

  • Mientras recorría la ciudad contemplando sus monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: «Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles. (Hecho de los Apóstoles 17, 23)

  • Hermanos, deseamos que conozcan algo de lo que nos tocó padecer en Asia. Realmente fue tan grande el peso de esa prueba que ya habíamos perdido toda esperanza de salir con vida. (2º Carta a los Corintios 1, 8)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina