Encontrados 23 resultados para: perderá
También haré distinción entre el ganado de los egipcios y el de mi pueblo, de manera que no se perderá nada de lo que pertenece a los hijos de Israel.» (Exodo 9, 4)
Si ustedes dejan de obedecerle, él prolongará la estadía en el desierto y por culpa de ustedes se perderá todo este pueblo.» (Números 32, 15)
Saúl dijo: «Se la voy a prometer y por ella se perderá, pues lo haré caer en manos de los filisteos.» Saúl entonces dijo por segunda vez a David: «Ahora serás mi yerno.» (1 Samuel 18, 21)
«Hijo mío, toma a tus hijos y márchate a Media, porque creo en la palabra que pronunció Dios por medio de Nahúm sobre Nínive. Todo lo que pronunciaron los profetas de Israel enviados por Dios sobre Asur y Nínive se realizará; ninguna palabra se perderá, sino que todo se cumplirá a su tiempo. Será más fácil salvarse en Media que en Asiria y Babilonia, porque sé y creo que todo cuanto ha dicho Dios se cumplirá. Nuestros hermanos que viven en el país de Israel serán dispersados y desterrados de esa buena tierra, de manera que todo el país de Israel quedará desierto. Jerusalén y Samaria quedarán desiertas. La Casa de Dios será quemada por algún tiempo, (Tobías 14, 4)
Porque a los tontos los perderá su porfía, y a los irresponsables su propia dejación. (Proverbios 1, 32)
Morirá porque falta de disciplina, se perderá cuando sus errores lleguen al colmo. (Proverbios 5, 23)
Si se perdona una falta, se refuerza la amistad; si uno la da a conocer, perderá a su amigo. (Proverbios 17, 9)
El que camina sin reproches se salvará, el que actúa con doblez se perderá. (Proverbios 28, 18)
La fama de Jacob perderá su brillo y enflaquecerá su cuerpo. Como el segador toma un manojo de trigo y corta con su mano las espigas; (Isaías 17, 4)
Por eso, yo seguiré desconcertando a este pueblo, y serán sorpresas y más sorpresas; la sabiduría de sus sabios fracasará, y se perderá la inteligencia de sus entendidos.» CONTRA LOS MALOS CONSEJEROS (Isaías 29, 14)
Ese es un hombre que se alimenta de cenizas; tiene su corazón engañado y se perderá. ¿No será capaz de recapacitar y de preguntarse: «¿Qué tengo en las manos sino puras mentiras?» (Isaías 44, 20)
Yo pondré al frente de ellas pastores que las cuiden, y nunca más temerán o serán asustadas. Ya ninguna se perderá.» (Jeremías 23, 4)