Encontrados 42 resultados para: pensar
Juan decía a las muchedumbres que venían a él de todas partes para que las bautizara: «Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se acerca? (Evangelio según San Lucas 3, 7)
Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: «¡Pensar que es el hijo de José!» (Evangelio según San Lucas 4, 22)
De inmediato los maestros de la Ley y los fariseos empezaron a pensar: «¿Cómo puede blasfemar de este modo? ¿Quién puede perdonar los pecados fuera de Dios?» (Evangelio según San Lucas 5, 21)
Y los que estaban con él a la mesa empezaron a pensar: «¿Así que ahora pretende perdonar pecados?» (Evangelio según San Lucas 7, 49)
El virrey Herodes se enteró de todo lo que estaba ocurriendo, y no sabía qué pensar, porque unos decían: «Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos»; (Evangelio según San Lucas 9, 7)
La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas. (Evangelio según San Lucas 21, 26)
No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. (Evangelio según San Lucas 24, 4)
pero él les dijo: «¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso? (Evangelio según San Lucas 24, 38)
No se les ocurra pensar que estamos borrachos, pues son apenas las nueve de la mañana, (Hecho de los Apóstoles 2, 15)
Los que lo oían quedaban maravillados y decían: «¡Y pensar que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocaban este Nombre! Pero, ¿no ha venido aquí para encadenarlos y llevarlos ante los jefes de los sacerdotes? (Hecho de los Apóstoles 9, 21)
Fueron a la prisión acompañados por un grupo de amigos de Pablo y les pidieron que se marcharan, diciéndoles: «¡Cómo íbamos a pensar que ustedes fueran muy buena gente!» Y cuando Pablo y Silas estaban para irse, les rogaron: «Ahora que se van libres, por favor, no nos hagan problemas por haberles hablado duramente». (Hecho de los Apóstoles 16, 39)
Si de verdad somos del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a las creaciones del arte y de la fantasía humanas, ya sean de oro, plata o piedra. (Hecho de los Apóstoles 17, 29)