Encontrados 198 resultados para: pavimento de piedras preciosas

  • Se apoderarán de todas las ciudades fortificadas, cortarán todo árbol frutal, taparán todos los manantiales y echarán piedras en todo campo arado.» (2 Reyes 3, 19)

  • Luego devastaron sus ciudades y cada uno echó piedras en las tierras fértiles, hasta cubrirlas. Taparon los manantiales y talaron los árboles frutales. A los habitantes de Quir Aroset no les dejaron más que sus piedras. Pero los honderos la rodearon y comenzaron a castigarla. (2 Reyes 3, 25)

  • Joás, rey de Judá, tomó todas las cosas preciosas que habían consagrado sus padres, Josafat, Joram y Ocozías, reyes de Judá, todas las que él había consagrado y todo el oro que se halló en los tesoros de la Casa de Yavé y en los de la casa del rey, y los mandó a Jazael, rey de Aram, quien con esto se alejó de Jerusalén. (2 Reyes 12, 19)

  • El rey desmontó los paneles de las bases, quitó de encima de ellos el lavatorio, hizo bajar la gran pileta de bronce de encima de los bueyes que la sostenían y la colocó sobre un pavimento enlosado. (2 Reyes 16, 17)

  • Páguese con ello a los carpinteros y obreros de la construcción. Igualmente compren la madera y las piedras necesarias para las reparaciones de la Casa. (2 Reyes 22, 6)

  • Manejaban el arco y la honda lo mismo con la derecha que con la izquierda para tirar flechas y lanzar piedras. De los hermanos de Saúl, el benjaminita: (1 Crónicas 12, 2)

  • David, pues, mandó reunir a los forasteros residentes en la tierra de Israel, y designó canteros para que preparasen piedras talladas para la construcción de la Casa de Dios. (1 Crónicas 22, 2)

  • Mira lo que yo he preparado con mucha dificultad para la Casa de Yavé: cien mil talentos de oro, un millón de talentos de plata. En cuanto al bronce y al hierro, hay tanto que no se puede contar. He preparado también maderas y piedras que tú podrás aumentar. (1 Crónicas 22, 14)

  • Con todas mis fuerzas he preparado para la Casa de Dios el oro para los objetos de oro, la plata para los objetos de plata, el bronce para los objetos de bronce, el hierro para los de hierro y la madera para los de madera; piedras de ónice y de engaste, piedras brillantes y de varios colores, toda clase de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia. (1 Crónicas 29, 2)

  • Los que tenían piedras preciosas las entregaron para el tesoro de la Casa de Yavé, en manos de Jejiel el guersonita. (1 Crónicas 29, 8)

  • El rey hizo que la plata y el oro fueran abundantes en Jerusalén como las piedras, y los cedros como los sicomoros en la Tierra Baja. (2 Crónicas 1, 15)

  • Para adornar la Casa la revistió también de piedras preciosas; el oro era oro de Parvaim. (2 Crónicas 3, 6)


“Seja paciente e espere com confiança o tempo do Senhor”. São Padre Pio de Pietrelcina