Encontrados 2769 resultados para: palabra del Señor

  • 'Yavé, mi señor, tú has comenzado a manifestar tu grandeza y tu mano fuerte; pues ¿qué Dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hazañas como las tuyas? (Deuteronomio 3, 24)

  • Supliqué a Yavé y le dije: «Ah, Señor Dios, no destruyas a ese pueblo que es tu propio pueblo, y que te ganaste con tu poderío, a los que sacaste de Egipto con mano firme. (Deuteronomio 9, 26)

  • Porque Yavé es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, el Dios fuerte y terrible, el que da un trato igual a todos y no se deja comprar con regalos. (Deuteronomio 10, 17)

  • Acaso preguntas: «¿Cómo vamos a saber que una palabra no viene de Yavé?» (Deuteronomio 18, 21)

  • Si algún profeta habla en nombre de Yavé y lo que dice no sucede, tú sabrás que esta palabra no viene de Yavé. El profeta habrá hablado para jactarse y no le harás caso. (Deuteronomio 18, 22)

  • Entonces los levitas tomarán la palabra y dirán en voz alta para que lo oigan todos los israelitas: (Deuteronomio 27, 14)

  • porque tú habrás vuelto a Yavé, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y guardarás sus mandamientos y sus normas, en una palabra, lo que está escrito en el libro de esta ley. (Deuteronomio 30, 10)

  • Todo lo contrario, mi palabra ha llegado bien cerca de ti; ya la tienes en la boca y la sabes de memoria, y sólo hace falta ponerla en práctica. (Deuteronomio 30, 14)

  • Como lluvia se derrame mi doctrina, caiga como rocío mi palabra, como suave lluvia sobre la verde hierba, como aguacero sobre el césped. (Deuteronomio 32, 2)

  • Porque no es cosa de poca importancia: esta palabra es su vida y, por ella, ustedes prolongarán sus días en el país que van a conquistar después de pasar el Jordán.» (Deuteronomio 32, 47)

  • Miren que el Arca de la Alianza del Señor de toda la tierra va a atravesar el Jordán delante de ustedes. (Josué 3, 11)

  • En cuanto los sacerdotes que llevan el Arca del Señor de toda la tierra pongan su pie en las aguas del Jordán, las aguas que vienen de río arriba se cortarán y se detendrán en una sola masa.» (Josué 3, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina