Encontrados 26 resultados para: pórtico

  • El patio interior tenía una puerta hacia el pórtico del norte, semejante a la que miraba al este; el hombre midió de una puerta a la otra y registró cien codos. (Ezequiel 40, 23)

  • Me condujo entonces al sur, y en el sur había un pórtico; midió sus pilares y vestíbulo: tenían las mismas dimensiones. (Ezequiel 40, 24)

  • El pórtico, el vestíbulo y las ventanas en derredor eran semejantes, el ancho del pórtico era de cincuenta codos y su profundidad, de veinticinco. (Ezequiel 40, 25)

  • El patio interior tenía una puerta que daba al pórtico del sur; medía cien codos de una puerta a otra. (Ezequiel 40, 27)

  • Me llevó al patio interior por el pórtico sur y midió ese pórtico; tenía las mismas dimensiones que los otros. (Ezequiel 40, 28)

  • Sus piezas, sus pilares y su vestíbulo tenían las mismas dimensiones; el pórtico y su vestíbulo tenían ventanas a su alrededor, el largo del pórtico era de cincuenta codos y su ancho de veinticinco. (Ezequiel 40, 29)

  • Me llevó al patio interior por el este, y midió el pórtico; tenía las mismas dimensiones que los otros. (Ezequiel 40, 32)

  • Sus piezas, sus pilares y su vestíbulo tenían las mismas dimensiones, el pórtico y su vestíbulo tenían ventanas en su derredor. Su ancho era de cincuenta codos y su profundidad de veinticinco. (Ezequiel 40, 33)

  • Me hizo entrar en el patio interior. Había allí dos salas, una en dirección a la fachada sur del pórtico norte, y otra hacia la fachada norte del pórtico sur. (Ezequiel 40, 44)

  • El hombre me llevó por la entrada ubicada al lado del pórtico a las piezas santas reservadas a los sacerdotes, las que están al norte. Allí, en el extremo oeste, había un espacio. (Ezequiel 46, 19)

  • Me hizo salir por el pórtico norte y que diera la vuelta por el exterior hasta el pórtico este: el agua corría ahora a mi derecha. (Ezequiel 47, 2)

  • Jesús se paseaba en el Templo, por el pórtico de Salomón, (Evangelio según San Juan 10, 23)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina