Encontrados 16 resultados para: oprimidos

  • Ahora me acuerdo de mi alianza al oír los gemidos de los hijos de Israel oprimidos por los egipcios. (Exodo 6, 5)

  • Entonces los israelitas clamaron a Yavé, pues Yabín tenía novecientos carros de guerra y, desde hacía veinte años, mantenía oprimidos a los israelitas. (Jueces 4, 3)

  • y dijo a los hijos de Israel: «Esto dice Yavé: Yo saqué a Israel de Egipto y los libré de las manos de los egipcios y de los reyes que los tenían oprimidos. (1 Samuel 10, 18)

  • Acuérdense cómo Jacob entró en Egipto y cómo clamaron a Yavé los padres de ustedes cuando fueron oprimidos. Entonces envió a Moisés y a Aarón, que sacaron a sus padres de Egipto y lo pusieron en este lugar. (1 Samuel 12, 8)

  • Pues pide cuentas por la sangre vertida, se acuerda de los oprimidos y no olvida su clamor. (Salmos 9, 13)

  • El Señor obra en justicia y a los oprimidos les da lo que es debido. (Salmos 103, 6)

  • y su justicia da a los oprimidos, proporciona su pan a los hambrientos. El Señor deja libres a los presos. (Salmos 146, 7)

  • Pensé además en todos los abusos que se cometen bajo el sol. Vi las lágrimas de los oprimidos, y no hay nadie que los consuele; sufren la violencia de sus opresores, y no hay nadie que venga en su ayuda. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 1)

  • La viña de Yavé Sabaot es el pueblo de Israel, y los hombres de Judá, su cepa escogida. El esperaba rectitud, y va creciendo el mal; esperaba justicia, y sólo se oye el grito de los oprimidos. (Isaías 5, 7)

  • Este será para Yavé de los Ejércitos una señal y un testimonio en el país de Egipto. Y cuando se vean oprimidos y pidan socorro a Yavé, éste les mandará un salvador que los defenderá y libertará. (Isaías 19, 20)

  • ¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. (Isaías 58, 6)

  • Así habla Yavé de los Ejércitos: Los hijos de Israel están oprimidos todos los que los han hecho cautivos los retienen y no quieren soltarlos. (Jeremías 50, 33)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina