Encontrados 273 resultados para: nuevo nacimiento

  • Midió otra vez el lado sur con la vara y de nuevo le dio quinientas varas. (Ezequiel 42, 18)

  • Era diferente de las bestias anteriores y tenía diez cuernos. Yo estaba observando los cuernos, cuando en esto despuntó entre ellos otro cuerno pequeño, y tres de los primeros fueron arrancados para dar cabida al nuevo. Este tenía como ojos humanos y una boca que decía palabras insolentes (Daniel 7, 8)

  • El personaje de aspecto humano me tocó de nuevo y me reanimó. (Daniel 10, 18)

  • Pero ambos volvieron sobre sus pasos y se encontraron de nuevo en el mismo sitio. Entonces se preguntaron el uno al otro el motivo, se confesaron su pasión y decidieron buscar el momento en que pudieran sorprender a Susana a solas (Daniel 13, 14)

  • Por eso vendré a recuperar mi trigo en la cosecha y mi vino nuevo en la vendimia; y le quitaré mi lana y mi lino, y todo lo que cubría su desnudez. (Oseas 2, 11)

  • La tierra responderá al trigo, al vino nuevo y al aceite, y éstos harán honor al nombre de Jezrael. (Oseas 2, 24)

  • Yavé me dijo: «Vuelve a querer de nuevo a una mujer adúltera que hace el amor con otros, así como Yavé ama a los hijos de Israel a pesar de que lo han dejado por otros dioses y les ofrecen tortas de pasas.» (Oseas 3, 1)

  • Yo, Yavé, que soy tu Dios desde Egipto, te haré vivir de nuevo en tiendas de campaña, como en aquellos días del Encuentro. (Oseas 12, 10)

  • Despierten, borrachos, y lloren; giman todos los bebedores de vino porque se nos quitó de la boca el vino nuevo. (Joel 1, 5)

  • ¡Quién sabe si volverá atrás y nos perdonará y hará producir de nuevo a nuestros campos, de los cuales sacaremos las ofrendas para Yavé! (Joel 2, 14)

  • Esto fue lo que me mostró el Señor Yavé: Cuando estaba brotando de nuevo el pasto, después del corte para el rey, él estaba fabricando langostas. (Amós 7, 1)

  • Volverá de nuevo el invasor, habitante de Maresa, y los que eran la gloria de Yavé se irán para siempre. (Miqueas 1, 15)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina