Encontrados 549 resultados para: mujer estéril

  • El sacerdote hará que se acerque la mujer ante Yavé, (Números 5, 16)

  • Así, puesta la mujer delante de Yavé, el sacerdote le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la ofrenda para recordar la culpa, mientras que él mismo tendrá en sus manos el agua de amargura que trae la maldición. (Números 5, 18)

  • Entonces el sacerdote pedirá a la mujer que repita esta maldición: «Si nadie más que tu marido se ha acostado contigo y no te has descarriado con otro hombre, esta agua amarga que trae la maldición manifestará tu inocencia. (Números 5, 19)

  • Entren en tus entrañas las aguas que traen la maldición, haciendo que se pudran tus muslos y reviente tu vientre.» Y la mujer responderá: ¡Así sea, así sea! (Números 5, 22)

  • Y dará a beber a la mujer estas aguas que traen la maldición. (Números 5, 24)

  • El sacerdote tomará de manos de la mujer la ofrenda por los celos, la llevará a la presencia de Yavé y la pondrá sobre el altar. (Números 5, 25)

  • Luego tomará un puñado de la harina ofrecida en sacrificio y la quemará sobre el altar; finalmente, dará a beber el agua amarga a la mujer. (Números 5, 26)

  • Si la mujer fue infiel a su marido y se hizo impura, el agua que bebió se volverá amarga en ella, se le hinchará el vientre y se le marchitarán los senos y será mujer maldita en medio de su pueblo. (Números 5, 27)

  • Pero si la mujer no se hizo impura, sino que ha sido fiel, no sufrirá y podrá tener hijos. (Números 5, 28)

  • Este es el rito de los celos, para cuando una mujer peca con otro hombre y se hace impura; (Números 5, 29)

  • «Di a los hijos de Israel: Si un hombre o una mujer se consagra a Yavé mediante el voto de nazireato, (Números 6, 2)

  • Miriam y Aarón murmuraban contra Moisés porque había tomado como mujer a una Cuchita (del territorio de Cuch). (Números 12, 1)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina