Encontrados 44 resultados para: muchedumbre

  • Por mi boca al Señor doy muchas gracias y alabanzas en medio de la muchedumbre, (Salmos 109, 30)

  • Pero Judas declaró: «Fácilmente cae una muchedumbre en manos de pocos hombres, que para el Cielo no hay diferencia entre vencer con ayuda de muchos o de pocos. (1 Macabeos 3, 18)

  • Judas reunió a todos los israelitas de la región de Galaad, pequeños y grandes, a sus mujeres, hijos y pertenencias, una inmensa muchedumbre, para llevarlos al país de Judea. (1 Macabeos 5, 45)

  • Los judíos temblaban al oír el estruendo de tal muchedumbre, el marchar de aquella masa y el chocar de sus armas. Era en verdad un ejército extremadamente grande y poderoso. (1 Macabeos 6, 41)

  • Uno se sentía conmovido al ver aquella muchedumbre postrada desordenadamente en tierra y al Sumo Sacerdote muy angustiado. (2 Macabeos 3, 21)

  • y mató a todos los que habían ido a ver el espectáculo. Recorriendo las calles, los soldados mataron una gran muchedumbre. (2 Macabeos 5, 26)

  • y allí, casi sin sangre, se agarró los intestinos con ambas manos y los arrojó sobre la muchedumbre y así, invocando el nombre del Señor de la vida y del espíritu, para que se la devolviera un día, dejó la vida. (2 Macabeos 14, 46)

  • Entonces el Macabeo contempló la muchedumbre que tenía delante y que los combatía con tantas armas diversas, con el apoyo de feroces elefantes; levantó las manos al cielo e invocó al Señor que obra prodigios, pues bien sabía que da la victoria a los que la merecen y que ésta no depende de las armas, sino de la voluntad de Dios. (2 Macabeos 15, 21)

  • La representación era tan perfecta que la muchedumbre se dejó seducir: así se llegó rápidamente a ver un dios en el que se veneraba. (Sabiduría 14, 20)

  • No digas: "¡Me esconderé lejos del Señor! Allá arriba, ¿quién se acordará de mí? No me reconocerán en medio de la muchedumbre: ¿qué soy yo en la inmensidad de la creación?" (Sirácides (Eclesiástico) 16, 17)

  • Hay tres cosas que temo y una cuarta que me espanta: una calumnia que se expande por el vecindario, una muchedumbre amotinada y una acusación falsa; todo eso es peor que la muerte. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 5)

  • Escuchen ese rugido que viene de las montañas como de una inmensa muchedumbre. Escuchen el ruido de los reinos o de las naciones reunidas. Es Yavé de los Ejércitos, que pasa revista al ejército dispuesto para la guerra. (Isaías 13, 4)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina