Encontrados 40 resultados para: mismas

  • Sus piezas, sus pilares y su vestíbulo tenían las mismas dimensiones, el pórtico y su vestíbulo tenían ventanas en su derredor. Su ancho era de cincuenta codos y su profundidad de veinticinco. (Ezequiel 40, 33)

  • Me hizo volver por la entrada norte, y encontró las mismas medidas; (Ezequiel 40, 35)

  • o sea cuatro patios pequeños de cuarenta codos de largo por treinta de ancho; los cuatro tenían las mismas dimensiones. (Ezequiel 46, 22)

  • Los pescadores se instalarán en sus orillas desde En-Guedi hasta En-Elayim: allí echarán sus redes. Los pescados serán muy numerosos, de las mismas especies que hay en el Gran Mar. (Ezequiel 47, 10)

  • «Las manos de Zorobabel pondrán los cimientos de este Templo y ellas mismas lo terminarán.» (Zacarías 4, 9)

  • Desde donde sale el sol hasta el ocaso, en cambio, todas las naciones me respetan y en todo el mundo se ofrece a mi Nombre tanto el humo del incienso como una ofrenda pura. Porque mi Nombre es grande en las mismas naciones paganas, dice Yavé de los ejércitos. (Malaquías 1, 11)

  • Los dejó, pues, y fue de nuevo a orar por tercera vez repitiendo las mismas palabras. (Evangelio según San Mateo 26, 44)

  • Y se alejó de nuevo a orar, repitiendo las mismas palabras. (Evangelio según San Marcos 14, 39)

  • Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. (Evangelio según San Lucas 23, 28)

  • Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto, o si no, créanlo por las obras mismas. (Evangelio según San Juan 14, 11)

  • En verdad les digo: El que crea en mí, hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. (Evangelio según San Juan 14, 12)

  • Con este fin les envío a Timoteo, mi querido hijo, hombre digno de confianza en el Señor. El les recordará mis normas de vida cristiana, las mismas que enseño por todas partes y en todas las Iglesias. (1º Carta a los Corintios 4, 17)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina