Encontrados 28 resultados para: mirar

  • Aunque no hubiera nada que temer, el simple paso de un animal o el silbido de una serpiente bastaba para aterrorizarlos; se morían en convulsiones de miedo, no atreviéndose a mirar ese aire que nos rodea y del cual nadie podría huir. (Sabiduría 17, 9)

  • El insensato se inclina desde la puerta para mirar adentro, el hombre bien educado se queda de pie afuera. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 23)

  • de mirar con atención a una prostituta, de no mirar a tu legítima esposa, (Sirácides (Eclesiástico) 41, 22)

  • de apropiarte de lo que se ha dado a otros, de mirar con insistencia a una mujer casada, (Sirácides (Eclesiástico) 41, 23)

  • Rugirá contra él, en ese día, como el bramido del mar. Al mirar el país sólo se verán tinieblas, angustia, y luz que desaparece entre las sombras. (Isaías 5, 30)

  • Yavé, Dios de Israel, dice que esto no conducirá a otra cosa que a llenar la ciudad de cadáveres; allí estarán aquellos a quienes haya yo derribado con rabia y furor, y cuya maldad fue causa de que yo no quisiera mirar más a esta ciudad. (Jeremías 33, 5)

  • Párate a mirar en el camino, tú que habitas en Aroer. Pregúntales al fugitivo y al escapado: «¿Qué pasa?» (Jeremías 48, 19)

  • ¿A quién te compararé y asemejaré, Hija de Jerusalén? ¿A quién podrás mirar para tu consuelo, oh virgen, Hija de Sión? Tu quebranto es inmenso como el mar. ¿Quién te sanará? (Lamentaciones 2, 13)

  • Al mirar bien a esos seres, vi que, en el suelo, había una rueda al lado de cada uno de ellos. (Ezequiel 1, 15)

  • Perdieron la cabeza, dejando de mirar al Cielo y olvidando sus justos juicios (Daniel 13, 9)

  • No vengas a mirar a la puerta el día en que le va mal a mi pueblo: ¿será bueno que veas sus sufrimientos el día de su desgracia? No eches mano de sus riquezas en el día de la desventura. (Abdías 1, 13)

  • sus jinetes galopan y vienen desde lejos, vuelan como el águila que se precipita sobre su presa. Se lanzan juntos al asalto, sin mirar más que a su presa, y amontonan los cautivos como arena. (Habacuc 1, 9)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina