Encontrados 861 resultados para: milagros de Moisés

  • Me ha parecido bien darles a conocer las señales y milagros que ha hecho en mí el Dios Altísimo. (Daniel 3, 99)

  • ¡Qué grandes son sus prodigios, qué poderosos sus milagros! Su reino es un reino eterno, su imperio abarca a todas las generaciones. (Daniel 3, 100)

  • El salva y libra, obra señales y milagros en los cielos y en la tierra; él ha salvado a Daniel de los leones. (Daniel 6, 28)

  • Todo Israel ha quebrantado tu ley y se apartó de ella en vez de escuchar tu voz. Por eso, sobre nosotros ha caído la maldición y las amenazas escritas en la Ley de Moisés, siervo de Dios, porque pecamos contra él. (Daniel 9, 11)

  • Todas estas desgracias nos han sobrecogido de acuerdo con lo escrito en la Ley de Moisés, pero nosotros no hemos tratado de calmar la ira de Yavé, nuestro Dios, convirtiéndonos de nuestros pecados y aprendiendo a oír tu verdad. (Daniel 9, 13)

  • sus padres eran justos y habían educado a su hija según la Ley de Moisés. Joaquín era muy rico. (Daniel 13, 3)

  • les dieron muerte para cumplir la ley de Moisés y ese día se salvó una vida inocente (Daniel 13, 62)

  • Yo te saqué de Egipto y te rescaté de la casa de los esclavos; yo puse para que te guiaran a Moisés, Aarón y Miriam. (Miqueas 6, 4)

  • Acuérdense de la ley de Moisés, mi servidor, a quien entregué en el Cerro Horeb leyes y ordenanzas para todo Israel. (Malaquías 3, 22)

  • Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor! Hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. (Evangelio según San Mateo 7, 22)

  • Jesús le dijo: «Mira, no se lo digas a nadie; pero ve a mostrarte al sacerdote y ofrece la ofrenda ordenada por la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacerles una declaración.» (Evangelio según San Mateo 8, 4)

  • Entonces Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en que había realizado la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido: (Evangelio según San Mateo 11, 20)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina