Encontrados 25 resultados para: mandatos

  • y le dijo: «Si de veras escuchas a Yavé, tu Dios, y haces lo que es justo a sus ojos, dando oídos a sus mandatos y practicando sus normas, no descargaré sobre ti ninguna plaga de las que he descargado sobre los egipcios; porque yo soy Yavé, que te doy la salud.» (Exodo 15, 26)

  • Estos son los mandatos que Yavé dio a Moisés para los hijos de Israel en el monte Sinaí. (Levítico 27, 34)

  • Estos son los mandatos que Yavé dio a Moisés referente a la esposa y su marido, y al padre con su hija que, siendo joven todavía, está en la casa de su padre. (Números 30, 17)

  • Estas son las leyes y los mandatos que Yavé dio, por medio de Moisés, a los hijos de Israel en las estepas de Moab, en las orillas del Jordán, enfrente de Jericó. (Números 36, 13)

  • Saúl dijo a Samuel: «He pecado, desobedeciendo la orden de Yavé y tus mandatos, porque tuve miedo al pueblo y lo escuché. (1 Samuel 15, 24)

  • No le quitaré todo el reino e incluso lo mantendré como rey hasta el fin de su vida, en atención a David, mi siervo, a quien elegí y que guardó mis mandatos y preceptos. (1 Reyes 11, 34)

  • Nuestros padres se pusieron orgullosos, endurecieron su cabeza y no escucharon tus mandatos. (Nehemías 9, 16)

  • Les pediste con mucha insistencia que volvieran a tu Ley, pero ellos, muy orgullosos, no escucharon tus mandatos y órdenes. No observaron lo que el hombre debe cumplir para tener la vida, te volvieron la espalda y por su dura cabeza no te escucharon. (Nehemías 9, 29)

  • ya que no escucharon tus mandatos. Tú nos has destinado al saqueo, a la cautividad y a la muerte, de manera que pasamos a ser la burla de las naciones paganas entre las cuales nos has dispersado. (Tobías 3, 4)

  • Todas tus sentencias, Señor, son justas cuando decides castigar mis pecados y los de mis padres, porque no hemos cumplido tus mandatos ni hemos obedecido sinceramente tus órdenes. (Tobías 3, 5)

  • Bendice en todo momento al Señor Dios y pídele que tus caminos sean rectos y tus proyectos favorables, porque no todas las naciones tienen la verdadera sabiduría. Es el Señor el que da todos los bienes y, si quiere, humilla hasta lo profundo del infierno. Recuerda, hijo, todos estos mandatos y no permitas que se borren de tu corazón. (Tobías 4, 19)

  • Amor y lealtad son todos sus caminos, para el que guarda su alianza y sus mandatos. (Salmos 25, 10)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina