Encontrados 28 resultados para: machos

  • Pues me ocurrió una vez, cuando era el tiempo en que entraban en celo las ovejas, que alcé los ojos y vi entre sueños que los machos que cubrían a las hembras eran rayados, manchados y de varios colores. (Génesis 31, 10)

  • Y añadió: "Fíjate bien cómo los machos que cubren a las hembras son rayados, manchados y moteados. Esto es así porque he visto todas las cosas que Labán ha hecho contigo. (Génesis 31, 12)

  • doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, (Génesis 32, 15)

  • Recibirá de la comunidad de los hijos de Israel dos machos cabríos para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto. (Levítico 16, 5)

  • Luego tomará los dos machos cabríos y los presentará ante Yavé a la entrada de la Tienda de las Citas. (Levítico 16, 7)

  • Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, uno para Yavé y otro para Azazel. (Levítico 16, 8)

  • y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Najasón, hijo de Aminadab. (Números 7, 17)

  • y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar. (Números 7, 23)

  • y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Eliab, hijo de Helón. (Números 7, 29)

  • y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur. (Números 7, 35)

  • y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisadday. (Números 7, 41)

  • y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elyasaf, hijo de Duel. (Números 7, 47)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina