Encontrados 149 resultados para: llegar

  • Ellas le respondieron: «Sí, aquí está el vidente. Acaba de llegar para ofrecer hoy mismo un sacrificio por el pueblo en la loma. (1 Samuel 9, 12)

  • En el paso por donde aquél tenía que atravesar para llegar al campamento filisteo hay dos rocas sobresalientes a uno y otro lado; una se llama Boses y la otra Sené. (1 Samuel 14, 4)

  • Y como Saúl desistiera de perseguir a los filisteos, éstos alcanzaron a llegar a su país. (1 Samuel 14, 46)

  • Los servidores de Saúl dijeron esto a David, el cual respondió: «Parece que para ustedes es muy sencillo llegar a ser yerno del rey. Pero ¿se han fijado en que yo soy un hombre pobre y desconocido?» (1 Samuel 18, 23)

  • Los servidores de David, dando media vuelta, regresaron por el mismo camino. Al llegar le repitieron a David lo que había dicho Nabal. (1 Samuel 25, 12)

  • al tercer día, llegó un hombre del campamento de Saúl con la ropa hecha tiras y la cabeza cubierta de polvo. Al llegar a David, se agachó tirándose al suelo. (2 Samuel 1, 2)

  • Al llegar a la tierra de Nacón, Uzzá extendió las manos hacia el Arca de Dios y la sujetó, porque los bueyes amenazaban volcarla. (2 Samuel 6, 6)

  • Cuando David lo supo, le dijo: «¿No acabas de llegar de un viaje? ¿Por qué no bajaste a tu casa?» (2 Samuel 11, 10)

  • Al llegar David a la cumbre donde se adora a Dios, salió a su encuentro Jusay el arquita, amigo de David, con la túnica desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. (2 Samuel 15, 32)

  • Al llegar a Bajurim, salió a su paso, insultándolo, un hombre de la familia de Saúl, llamado Semeí. (2 Samuel 16, 5)

  • Pero los vio un joven, que fue con el cuento a Absalón. Los dos, sin embargo, caminando muy rápido, alcanzaron a llegar a casa de un hombre de Bajurim que tenía un pozo en el patio, y allí se metieron. (2 Samuel 17, 18)

  • Al llegar Roboam a Jerusalén, reunió toda la tribu de Judá y la de Benjamín, ciento cincuenta mil hombres, guerreros escogidos, para pelear contra los de Israel y someterlos. (1 Reyes 12, 21)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina