Encontrados 81 resultados para: llama

  • Los llama él y responden: ¡Aquí estamos yy brillan alegres a su Creador (Baruc 3, 35)

  • e inmediatamente la Gloria del Dios de Israel, que hasta entonces descansaba sobre los Querubines, se eleva en dirección a la puerta del Templo. Llama al hombre con traje de lino, que lleva en su cintura una tablilla de escriba, (Ezequiel 9, 3)

  • Entonces me dijo: "¡Profetiza, hijo de hombre, llama al Espíritu! Dirás al Espíritu: Esto dice Yavé:¡ Espíritu, ven desde los cuatro vientos, sopla sobre estos muertos para que vivan! (Ezequiel 37, 9)

  • Pero el ángel del Señor bajó al horno junto a Azarías y sus compañeros; empujó fuera del horno la llama de fuego, (Daniel 3, 49)

  • cuando se acercan. Pero sus corazones se van enardeciendo en su conspiración como un horno; toda la noche está en calma, pero a la mañana arde como una llama de fuego. (Oseas 7, 6)

  • El fuego devora delante de él, detrás de él la llama abrasa. Delante de él, un jardín de delicias; detrás de él queda un desierto. No hay nada que se pueda salvar. (Joel 2, 3)

  • Es como el estruendo de carros, como el sonido de la llama de fuego que devora la paja seca. Son como un ejército poderoso en orden de batalla. (Joel 2, 5)

  • El llama a las aguas del mar y las derrama por la superficie de la tierra; pues su nombre es Yavé. (Amós 5, 8)

  • El pueblo de Jacob será un fuego, el de José una llama, mientras la gente de Esaú será la paja; la quemarán y la devorarán y no quedarán restos de la raza de Esaú, porque Yavé lo ha dicho. (Abdías 1, 18)

  • y se les dijo: Si ustedes no le hacen caso cuando él los llama, también usstedes gritarán sin que él los atienda. (Zacarías 7, 13)

  • Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama. (Evangelio según San Mateo 7, 8)

  • Al anochecer, dijo el dueño de la viña a su mayordomo: «Llama a los trabajadores y págales su jornal, empezando por los últimos y terminando por los primeros.» (Evangelio según San Mateo 20, 8)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina