Encontrados 162 resultados para: lista de nombres de Leví

  • El les mostrará en el piso superior una pieza grande, amueblada y ya lista. Preparen todo para nosotros.» (Evangelio según San Marcos 14, 15)

  • hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melquí, hijo de Janaí, hijo de José, (Evangelio según San Lucas 3, 24)

  • hijo de Jesús, hijo de Eliecer, hijo de Jarim, hijo de Matat, hijo de Leví, (Evangelio según San Lucas 3, 29)

  • Al salir, Jesús vio a un cobrador de impuestos, llamado Leví, que estaba sentado en el puesto donde cobraba. Jesús le dijo: «Sígueme.» (Evangelio según San Lucas 5, 27)

  • Leví se levantó; lo dejó todo y empezó a seguirlo. (Evangelio según San Lucas 5, 28)

  • Leví le ofreció un gran banquete en su casa, y con ellos se sentaron a la mesa un buen número de cobradores de impuestos y gente de toda clase. (Evangelio según San Lucas 5, 29)

  • Sin embargo, alégrense no porque los demonios se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos.» (Evangelio según San Lucas 10, 20)

  • Y a ti, Sícigo, verdadero compañero, te pido que las ayudes; no olvides que ellas lucharon conmigo por el Evangelio, lo mismo que Clemente y mis otros colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. (Carta a los Filipenses 4, 3)

  • Solamente los sacerdotes de la tribu de Leví están facultados por la Ley para cobrar el diezmo de manos del pueblo, es decir, de sus hermanos de la misma raza de Abrahán. (Carta a los Hebreos 7, 5)

  • Y aquí Melquisedec, que no tiene nada que ver con los hijos de Leví, cobra de Abrahán el diezmo y después bendice a Abrahán, el hombre de las promesas de Dios; (Carta a los Hebreos 7, 6)

  • En el primer caso, los hijos de Leví que cobran el diezmo son hombres que mueren; en cambio, Melquisedec es presentado como el que vive. (Carta a los Hebreos 7, 8)

  • Además, por así decirlo, cuando Abrahán paga el diezmo, lo paga con él la familia de Leví, (Carta a los Hebreos 7, 9)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina