Encontrados 61 resultados para: juro
Sin embargo, oigan lo que les dice Yavé a todos ustedes, los judíos que viven en Egipto: Juro por mi Nombre poderoso, dice Yavé, que en todo Egipto no habrá en adelante un solo judío que pronuncie mi nombre; no quedará nadie para decir: «Por vida del Señor, Yavé.» (Jeremías 44, 26)
Lo juro por mi vida, dice Yavé, puesto que tú ensuciaste mi santuario con todas tus inmundicias y horrores, yo, por mi parte, te arrasaré, no te miraré con piedad, seré sin misericordia. (Ezequiel 5, 11)
Yo juro, dice Yavé, que ese proverbio no tendrá más valor en Israel. (Ezequiel 18, 3)
Y oí la respuesta del hombre vestido de lino que estaba río arriba. Levantó las manos al cielo y juró por aquel que vive eternamente: «Todo se cumplirá dentro de un tiempo, dos tiempos y medio tiempo. Cuando el pueblo santo sea totalmente aplastado y sin fuerza, entonces se cumplirán estas cosas. (Daniel 12, 7)
Juro por mí mismo, dice el Señor Yavé, el Dios de los Ejércitos: Yo aborrezco el lujo insolente de Jacob y detesto sus palacios; por eso entregaré en manos del enemigo la ciudad con todos sus habitantes. (Amós 6, 8)
Por esto, lo juro por mi vida, dice Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel, Moab quedará igual que Sodoma, y Amón, como Gomorra. La tierra será abandona a las ortigas, con canteras de sal, y será un desierto para siempre. Los que queden de mi pueblo se apoderarán de ellos; los sobrevivientes de mi nación los recibirán en herencia. (Sofonías 2, 9)
Pues juró a nuestro padre Abraham (Evangelio según San Lucas 1, 73)
Está escrito: Juro por mí mismo, palabra del Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua confesará la verdad ante Dios. (Carta a los Romanos 14, 11)
Sí, hermanos, porque todos los días estoy muriendo, se lo juro por ustedes mismos que son mi gloria en Cristo Jesús nuestro Señor. (1º Carta a los Corintios 15, 31)
Dios sabe, y se lo juro por mi propia viada, que sólo la misericordia hacia ustedes me inspiró no volver a Corinto. (2º Carta a los Corintios 1, 23)
¿A quiénes juró Dios que no entrarían en su lugar de descanso? A aquellos rebeldes, por supuesto, (Carta a los Hebreos 3, 18)
Tomen el ejemplo de Abrahán. Dios le hizo una promesa que confirmó con juramento y, como no había nadie más grande que Dios por quien jurar, juró invocando su propio Nombre: (Carta a los Hebreos 6, 13)
