Encontrados 32 resultados para: jinetes

  • dejando allí tropas y jinetes para hacer salidas y patrullar por los caminos, conforme a las órdenes del rey. (1 Macabeos 15, 41)

  • Eligieron, pues, en el país veinte mil hombres y jinetes, a los que envió contra Cendebeo y pasaron la noche en Modín. (1 Macabeos 16, 4)

  • Dividió su ejército en dos cuerpos y puso a los jinetes en medio de ellos, pues la caballería de los contrarios era muy numerosa. (1 Macabeos 16, 7)

  • Sucedió que durante cerca de cuarenta días aparecieron en toda la ciudad, corriendo por los aires, jinetes vestidos de oro, tropas armadas y formadas en escuadrones, espadas desenvainadas, (2 Macabeos 5, 2)

  • Murieron veinte mil quinientos de a pie y seiscientos jinetes. (2 Macabeos 10, 31)

  • No tomaba en cuenta, para nada, el poder de Dios. Subió con sus regimientos de infantería, sus millares de jinetes y sus ochenta elefantes, (2 Macabeos 11, 4)

  • Se lanzaron como leones sobre los enemigos, abatieron once mil hombres de a pie y mil seiscientos jinetes, (2 Macabeos 11, 11)

  • Se alejaron de allí para marchar contra Timoteo, pero, a unos dos kilómetros, los atacaron cinco mil árabes apoyados por quinientos jinetes. (2 Macabeos 12, 10)

  • El Macabeo, entonces, ordenando su ejército en batallones, puso a aquellos dos a su cabeza y se lanzó contra Timoteo, que tenía consigo veinte mil hombres de infantería y dos mil quinientos jinetes. (2 Macabeos 12, 20)

  • Este salió a su encuentro con tres mil hombres de infantería y cuatrocientos jinetes. (2 Macabeos 12, 33)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y jefe del gobierno. Cada uno de ellos mandaba un ejército griego de ciento diez mil hombres de infantería, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y unos trescientos carros de guerra con hoces. (2 Macabeos 13, 2)

  • Si ve tropas de caballería y a los jinetes formados de dos en dos, unos montados en burros, otros en camellos, que ponga atención, mucha atención.» (Isaías 21, 7)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina