Encontrados 36 resultados para: humo

  • El monte Sinaí entero humeaba, porque Yavé había bajado en medio del fuego. Subía aquel humo como de un horno, y todo el monte temblaba muy fuerte. (Exodo 19, 18)

  • Los hombres de Hay miraron atrás y vieron el humo que de la ciudad subía hacia el cielo y, al mismo tiempo, los israelitas se detuvieron en su huida para volverse contra ellos. (Josué 8, 20)

  • La gente de Israel se había puesto de acuerdo con los emboscados en que éstos harían salir de la ciudad muchas señales de humo. (Jueces 20, 38)

  • Entonces, la señal de humo comenzó a subir de la ciudad y Benjamín, mirando atrás, vio que las llamas de toda la ciudad subían al cielo. (Jueces 20, 40)

  • Subía humo de sus narices y de su boca salía un fuego devorador; con carbones encendidos. (2 Samuel 22, 9)

  • Después de terminada la Casa, tres veces al año Salomón ofrecía holocaustos y sacrificios de comunión en el altar que había edificado a Yavé, y hacía subir ante él el humo del sacrificio. (1 Reyes 9, 25)

  • Sus narices echan humo, como caldera hirviente al fuego. (Job 41, 12)

  • Subía humo de sus narices y de su boca salía un fuego abrasador que arrojaba carbones encendidos. (Salmos 18, 9)

  • Pero los impíos perecerán y sus hijos mendigarán el pan. Los que odian al Señor desaparecen como flores del prado, y se desvanecen como el humo. (Salmos 37, 20)

  • Te ofreceré animales bien cebados, hacia ti subirá el humo de los corderos, te inmolaré bueyes y chivos. (Salmos 66, 15)

  • Como humo al viento, así tú los disipas, como cera en el fuego se deshacen. (Salmos 68, 3)

  • él, que mira a la tierra y ésta tiembla, y si toca a los montes, echan humo. (Salmos 104, 32)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina