Encontrados 3516 resultados para: historia del pueblo de Israel

  • Cuando los hijos de Jacob volvieron del campo, se enteraron de lo que había pasado. Estos hombres se enojaron muchísimo porque se había cometido una infamia en Israel; alguien había abusado de la hija de Jacob, cosa que no debe hacerse. (Génesis 34, 7)

  • Entonces daremos a nuestras hijas y tomaremos las de ustedes, viviremos con ustedes y con ustedes formaremos un solo pueblo. (Génesis 34, 16)

  • pero ellos ponen una condición para quedarse con nosotros y formar un solo pueblo, y es que todos los varones nos hagamos circuncidar, tal como lo hacen ellos. (Génesis 34, 22)

  • diciendo: «Tu nombre es Jacob, pero desde ahora no te llamarás más Jacob, sino que tu nombre será Israel.» Así, pues, le puso por nombre Israel. (Génesis 35, 10)

  • Partió después Israel y levantó sus tiendas más allá de Migdal-Eder. (Génesis 35, 21)

  • Mientras Israel moraba en aquella tierra, ocurrió que Rubén se acostó con Bilá, concubina de su padre, e Israel llegó a saberlo. Jacob tuvo doce hijos: (Génesis 35, 22)

  • Estos son los reyes que reinaron en Edom, antes de hubiera reyes en Israel. (Génesis 36, 31)

  • Esta es la historia de la familia de Jacob. A los diecisiete años, José se dedicaba a cuidar ovejas. Siendo todavía un adolescente, ayudaba a los hijos de Bilá y de Zelfa, mujeres de su padre y por lo tanto, informaba a su padre sobre la mala reputación que sus hermanos tenían. (Génesis 37, 2)

  • Israel quería a José más que a sus otros hijos, pues le había nacido en su ancianidad; incluso le había hecho una túnica con mangas. (Génesis 37, 3)

  • e Israel dijo a José: «Tus hermanos están cuidando las ovejas en los pastos de Siquem; ven, que quiero mandarte donde ellos.» Contestó José: «Aquí estoy». (Génesis 37, 13)

  • De esta manera habrá reservas en el país para los siete años de escasez que van a afectar Egipto, y el pueblo no morirá de hambre.» (Génesis 41, 36)

  • Tú estarás al frente de toda mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes. Solamente yo estaré por encima de ti.» (Génesis 41, 40)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina