Encontrados 359 resultados para: hija de Absalón

  • Entonces Joab fue a casa de Absalón y le dijo: «¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?» (2 Samuel 14, 31)

  • Absalón respondió: «Te mandé llamar para enviarte al rey con este mensaje: ¿Para qué he vuelto de Guesur? Hubiera sido mejor para mí quedarme allá. Ahora quiero ver el rostro del rey; si soy culpable, que me haga morir.» (2 Samuel 14, 32)

  • Joab fue donde el rey y se lo comunicó. Entonces el rey llamó a Absalón, quien se presentó donde él y se postró en su presencia. Entonces el rey besó a Absalón. (2 Samuel 14, 33)

  • Después de esto, Absalón se equipó un carro, unos caballos y cincuenta hombres que iban delante de él. (2 Samuel 15, 1)

  • Absalón se levantaba muy temprano y se ponía junto al camino que lleva a la Puerta, y cada vez que un hombre venía al tribunal del rey, por algún pleito, lo llamaba y le preguntaba: «¿De qué ciudad eres tú?» Y si el otro respondía: «Soy de una de las tribus de Israel», entonces Absalón le decía: (2 Samuel 15, 2)

  • De esta manera actuaba Absalón con todos los israelitas que llegaban al tribunal del rey y así se iba ganando su cariño. (2 Samuel 15, 6)

  • Al cabo de cuatro años, Absalón dijo al rey: «Dame permiso para ir a Hebrón, a cumplir el voto que hice a Yavé; (2 Samuel 15, 7)

  • Respondió el rey: «Que te vaya bien.» Absalón se despidió y se fue a Hebrón. (2 Samuel 15, 9)

  • Absalón envió a todas las tribus de Israel el siguiente mensaje: «Cuando sientan tocar las trompetas, griten: ¡Absalón se ha proclamado rey en Hebrón!» (2 Samuel 15, 10)

  • Cuando David supo que Absalón se había captado las simpatías de la gente de Israel, (2 Samuel 15, 13)

  • dijo a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: «Huyamos luego, porque no podemos resistir a Absalón. Salgamos sin demora, no sea que nos ataque de repente, nos inflija una derrota y pase la ciudad a cuchillo.» (2 Samuel 15, 14)

  • Cuando supo David que Ajitofel era uno de los conjurados con Absalón, exclamó: «¡Que Yavé vuelva inútiles todos los consejos de Ajitofel!» (2 Samuel 15, 31)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina