Encontrados 291 resultados para: haz

  • Salomón mandó a decir a Hiram, rey de Tiro: «Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole maderas de cedro para que se construyera una casa en que vivir. (2 Crónicas 2, 2)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, y haz cuanto te pida el extranjero, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta Casa que yo he construido. (2 Crónicas 6, 33)

  • escucha tú desde los cielos su oración y su plegaria y hazles justicia. (2 Crónicas 6, 35)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, su oración y su plegaria; hazles justicia y perdona a tu pueblo los pecados que cometieron contra ti. (2 Crónicas 6, 39)

  • Respondió: Iré y me haré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Yavé le dijo: Tú conseguirás engañarlo. Vete y hazlo así. (2 Crónicas 18, 21)

  • Escucha mi oración y la de estos que solamente desean honrar tu Nombre. Te ruego me ayudes ahora. Haz que sea bien recibido por el rey.» Yo, entonces, era encargado de preparar las bebidas para el rey. (Nehemías 1, 11)

  • ¡Escucha, Dios nuestro, porque somos despreciados! ¡Haz que caiga su insulto sobre su cabeza y entrégalos al desprecio en un país donde estén desterrados! (Nehemías 3, 36)

  • Llamó a su hijo y le dijo: «Cuando muera, entiérrame dignamente. Respeta a tu madre; haz lo que le agrade y no le causes tristeza. (Tobías 4, 3)

  • Con tus bienes haz limosna en beneficio de todos los que practican la justicia y el bien, y no vuelvas la cara al pobre, para que el Señor no aparte su rostro de ti. (Tobías 4, 7)

  • Visita a Gabael, entrégale el recibo y hazte cargo del dinero; invítalo también a la boda. (Tobías 9, 3)

  • Nuestras granjas, nuestro territorio, nuestros campos de trigo, nuestras ovejas, bueyes y sus apriscos, están a tu disposición. Haz con ello lo que quieras. (Judit 3, 3)

  • Haz que toda nación y toda tribu reconozca que eres Dios, todopoderoso y fuerte, y que fuera de ti no hay otro protector para el pueblo de Israel.» (Judit 9, 14)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina