Encontrados 19 resultados para: haría

  • Pero José respondió: «Jamás haría tal cosa. El hombre a quien se le halló la copa será mi esclavo, pero ustedes pueden volver en paz donde su padre.» (Génesis 44, 17)

  • Moisés dijo a Jobab, hijo de Raguel el madianita, su suegro: "Nosotros partimos para el lugar que Yavé nos prometió que nos daría: ¡ven pues con nosotros! Te trataremos bien porque Yavé prometió que le haría el bien a Israel". (Números 10, 29)

  • Lo dejaron preso mientras tanto, porque no se sabía lo que se haría con él. (Números 15, 34)

  • Y continuaba: «¡Ah, si yo pudiera administrar justicia en este país, todos los que tuvieran pleitos que resolver vendrían a mí y yo les haría justicia!» (2 Samuel 15, 4)

  • Tú tienes derecho de obtenerla; así que escúchame, hermano. Esta noche hablaré a su padre para que te la dé por esposa, y cuando regresemos de Ragués celebraremos la boda. Estoy seguro que Ragüel no puede negártela ni darla a otro, pues se haría reo de muerte según la ley de Moisés, porque eres tú quien tiene derecho a casarse con ella.» (Tobías 6, 13)

  • Calma tu enojo, renuncia al rencor, no te exasperes, que te haría mal. (Salmos 37, 8)

  • Alzó su mano sobre ellos y juró que los haría caer en el desierto, (Salmos 106, 26)

  • Todo el que se opusiere a estas decisiones o violare alguna de ellas, se haría merecedor de castigo. (1 Macabeos 14, 45)

  • Antíoco pensó que se burlaba de él y sospechó que eran palabras injuriosas. Mientras el menor seguía con vida, no sólo trató de ganarlo con palabras, sino que con juramentos le prometía hacerlo rico y feliz, con tal de que abandonara las tradiciones de sus padres; lo haría su amigo y le confiaría altos cargos. (2 Macabeos 7, 24)

  • Y, en fin, prometía que se haría judío y recorrería todos los lugares proclamando el poder de Dios. (2 Macabeos 9, 17)

  • No te entretengas con una cantadora: haría que cayeras en su trampa. (Sirácides (Eclesiástico) 9, 4)

  • Come lo que se te presenta como un hombre educado y no como un glotón, lo que te haría odioso. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 16)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina