Encontrados 10 resultados para: habrías

  • Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y Dios Terrible de Isaac, no me hubiera asistido, con toda seguridad que tú me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto mis pruebas y el trabajo de mis manos y por eso anoche pronunció su sentencia.» (Génesis 31, 42)

  • Si yo hubiera actuado en contra de mi conciencia, el rey lo habría al fin sabido y tú mismo no me habrías defendido.» (2 Samuel 18, 13)

  • Sus servidores se acercaron a él cuando se iba, y le dijeron: «Padre, si el profeta te hubiera mandado hacer una cosa difícil, ¿no la habrías hecho? Y ¡qué fácil es bañarte, como el profeta te ha ordenado!» (2 Reyes 5, 13)

  • Entonces el hombre de Dios se enojó contra él y le dijo: «Tenías que haber tirado cinco o seis veces, entonces habrías batido a Aram hasta el exterminio. Ahora lo derrotarás tres veces.» (2 Reyes 13, 19)

  • Tu mano poderosa sólo tenía que elegir: como tu creaste el mundo a partir de una materia informe, habrías podido enviar contra ellos sin dificultad bandadas de osos o leones indomables. (Sabiduría 11, 17)

  • Para castigarlos habrías podido crear nuevas especies, animales llenos de furor, que respiraran fuego, cuyas narices lanzaran un vapor ardiente, cuyos ojos emitieran relámpagos terribles (Sabiduría 11, 18)

  • Porque tú amas a todos los seres, tú no detestas nada de lo que has hecho: Si no los hubieras querido, no los habrías hecho. (Sabiduría 11, 24)

  • Sin duda, habrías podido aplastar a los impíos por medio de los justos a través de una batalla, o aniquilarlos de un solo golpe por medio de fieras terribles o con una sola palabra salida de ti. (Sabiduría 12, 9)

  • Por eso te había anunciado los acontecimientos y te los di a conocer antes que sucedieran. Si no, habrías dicho: «¡Mi ídolo fue el que los hizo, mi estatua tallada o fundida fue quien los mandó!» (Isaías 48, 5)

  • Si hubieras estado atento a mis leyes, la dicha te habría inundado como un río. Habrías sido fuerte como las olas del mar, (Isaías 48, 18)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina