Encontrados 157 resultados para: gracia divina

  • Las palabras del sabio son una gracia, en cambio las del tonto son perjudiciales, en primer lugar para él. (Eclesiastés (Qohelet) 10, 12)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • Extendí mis ramas como el pino: ellas se llaman Gloria y Gracia. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 16)

  • La gracia de una esposa regocija a su marido, pero su saber actuar lo reconforta hasta la médula de sus huesos. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 13)

  • El hombre inteligente pone su confianza en la Ley; para él la Ley es digna de fe como una respuesta divina. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 3)

  • El ojo busca la gracia y la belleza: el verdor de los campos supera a ambas. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 22)

  • Pues bien, así habla Yavé: «Todo el país será destruido, pero no les daré el golpe de gracia. (Jeremías 4, 27)

  • Pues también caerán bajo el dominio de naciones más poderosas y de grandes reyes, y les pagaré según sus actos y según la obra que hicieron sus manos. Visión de la copa de la ira divina. Lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones: (Jeremías 25, 14)

  • Extendió lo que podía ser una mano y me agarró por los cabellos: inmediatamente el Espíritu me levantó entre el cielo y la tierra. Me llevó a Jerusalén en una visión divina hasta la entrada de la puerta que mira al norte, allí donde está el ídolo que provoca los celos del Señor. (Ezequiel 8, 3)

  • "Hijo de hombre, háblale al príncipe de Tiro; le dirás esta palabra de Yavé: ¡Eres muy engreído, te consideras un dios en su residencia divina, en medio de los mares! ¿Te vas a hacer pasar por Dios, tú que eres hombre y no Dios? (Ezequiel 28, 2)

  • Cuando el pueblo subió y empezó a pedir la gracia como de costumbre, (Evangelio según San Marcos 15, 8)

  • Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» (Evangelio según San Lucas 1, 28)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina