Encontrados 970 resultados para: fuego del cielo

  • Entonces le ofrecerán a Yavé sacrificios por el fuego, holocaustos o sacrificios de comunión, le ofrecerán sacrificios de agradable olor, de ganada mayor o menor, con ocasión de un voto o de una fiesta, o como ofrendas voluntarias. (Números 15, 3)

  • y ofrecerás media medida de vino para la libación. Ese será un sacrificio por el fuego de agradable olor para Yavé. (Números 15, 10)

  • Toda persona nacida en el país observará esta norma cuando ofrezca a Yavé un sacrificio por el fuego de agradable olor. (Números 15, 13)

  • Lo mismo vale para el extranjero y para cualquier persona que viva con ustedes: seguirá esta norma igual que ustedes cuando ofrezca a Yavé un sacrificio por el fuego de agradable olor, y esto será de generación en generación. (Números 15, 14)

  • El sacerdote hará entonces la expiación por toda la comunidad de los israelitas y quedará perdonada. Pues habían actuado sin darse cuenta, y por su falta presentaron una ofrenda, un sacrificio por el fuego en honor de Yavé, así como también un sacrificio expiatorio delante de Yavé. (Números 15, 25)

  • Así que mañana tomen sus incensarios, tú Coré y toda tu banda; y al llegar ante Yavé les pondrán fuego y luego les echarán incienso. Aquel a quien Yavé designe, ése será el consagrado. ¡Se han pasado, hijos de Leví! (Números 16, 6)

  • Tomó pues cada uno su incensario, le puso fuego e incienso y se presentó a la entrada de la Tienda de las Citas, junto con Moisés y Aarón. (Números 16, 18)

  • Entonces brotó un fuego de Dios que devoró a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. (Números 16, 35)

  • "Comunícale esto al sacerdote Eleazar, hijo de Aarón: Saca los incensarios de entre las cenizas y arroja lejos el fuego que había en ellos, porque están consagrados. (Números 17, 2)

  • Moisés le dijo entonces a Aarón: "Toma tu incensario, pon en él fuego del altar, échale luego incienso y corre hacia la comunidad con tu incensario. Harás la expiación por ellos, porque se ha desencadenado la cólera de Yavé y ha comenzado el castigo. (Números 17, 11)

  • Pero no harás el rescate del primerizo de vaca, de oveja ni de cabra, porque están consagrados. Derramarás más bien su sangre sobre el altar, y harás quemar su grasa como sacrificio por el fuego de agradable aroma para Yavé. (Números 18, 17)

  • Porque ha salido un fuego de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón. ¡Devoró Ar Moab y los Baales de los lugares altos del Arnón! (Números 21, 28)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina