Encontrados 32 resultados para: fortificadas

  • Pero Yavé dice: «He preparado esto que ahora ejecuto. Tú tenías que convertir las ciudades fortificadas en un montón de ruinas. (2 Reyes 19, 25)

  • Roboam volvió a Jerusalén y edificó ciudades fortificadas en Judá. (2 Crónicas 11, 5)

  • Repartió hábilmente a todos sus hijos por toda la tierra de Judá y de Benjamín, en todas las ciudades fortificadas, dándoles todo lo necesario y procurando que se casaran. (2 Crónicas 11, 23)

  • Tomó las ciudades fortificadas de Judá y llegó hasta Jerusalén. (2 Crónicas 12, 4)

  • Después de todas estas pruebas de fidelidad de Ezequías vino Senaquerib, rey de Asur, invadió Judá, sitió dos ciudades fortificadas y mandó derribar las murallas. (2 Crónicas 32, 1)

  • Conquistaron ciudades fortificadas y una tierra fértil; se apoderaron de casas bien abastecidas, pozos ya hechos, viñas, olivares y árboles frutales de toda clase y en gran abundancia; comieron, se saciaron y engordaron, y vivieron cómodos por tu inmensa bondad. (Nehemías 9, 25)

  • Holofernes, entonces, bajó con su ejército al litoral, dejando guarniciones en las ciudades fortificadas, de donde tomó los mejores hombres en calidad de tropas auxiliares. (Judit 3, 6)

  • Báquides volvió a Jerusalén. Empezó a construir ciudades fortificadas en Judea, las fortalezas de Jericó, Emaús, Betorón, Betel, Tamnata, Faratón y Tefón, con altas murallas y puertas con cerrojos, (1 Macabeos 9, 50)

  • Tres días después murió también Tolomeo y, de inmediato, los soldados egipcios que guardaban las ciudades fortificadas fueron asesinados por los habitantes. (1 Macabeos 11, 18)

  • Después, en un encuentro con el ejército de Timoteo y Báquides mataron a más de veinte mil hombres y se adueñaron de ciudades fortificadas. Repartieron los abundantes despojos por partes iguales entre ellos mismos, los que habían sido torturados, los huérfanos, las viudas y los ancianos. (2 Macabeos 8, 30)

  • No menos de nueve mil se refugiaron en dos torres muy bien fortificadas con todo lo necesario para resistir un asedio prolongado. (2 Macabeos 10, 18)

  • a las torres altas y las murallas fortificadas, (Isaías 2, 15)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina