Encontrados 63 resultados para: firme

  • Sólo Yavé es Santo, pues nada hay fuera de Ti, no hay roca tan firme como nuestro Dios. (1 Samuel 2, 2)

  • Tu descendencia y tu reino estarán presentes ante mí. Tu trono estará firme hasta la eternidad.» (2 Samuel 7, 16)

  • Que tu nombre sea glorificado por siempre, y que todos di gan: «Yavé Sebaot es Dios en Israel.» La familia de tu servidor David estará firme ante ti, (2 Samuel 7, 26)

  • él se mantuvo firme y atacó a los filisteos hasta que su mano se cansó y le quedó pegada a la espada. Aquel día Yavé consiguió una gran victoria. Los otros combatientes volvieron al terreno detrás de Eleazar, pero solamente para tomar los despojos. (2 Samuel 23, 10)

  • «Muy pronto me voy a ir por el camino de todos. Para ti ha llegado el momento de ser firme y de portarte como hombre. (1 Reyes 2, 2)

  • El, Eleazar, se mantuvo firme en medio de la parcela, la defendió y derrotó a los filisteos. Yavé obró allí una gran victoria. (1 Crónicas 11, 14)

  • Yo lo mantendré en mi casa y en mi reino para siempre y su trono estará firme eternamente.» (1 Crónicas 17, 14)

  • Afirmaré su reino para siempre, con tal de que se mantenga firme en el cumplimiento de mis mandamientos y mis normas como lo hace hoy. (1 Crónicas 28, 7)

  • Cuando Roboam se sintió firme y fuerte en su reino, abandonó la Ley de Yavé y con él todo Israel. (2 Crónicas 12, 1)

  • De acuerdo con todo esto, nosotros tomamos un firme compromiso por escrito. El documento ha fue firmado por nuestros jefes, nuestros levitas y nuestros sacerdotes: (Nehemías 10, 1)

  • Yavé dijo a Satán: «¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra; es un hombre bueno y honrado que teme a Dios y se aparta del mal. Aún sigue firme en su perfección y en vano me has incitado contra él para arruinarlo.» (Job 2, 3)

  • entonces levantarás tu frente limpia, te sentirás firme y sin temor. (Job 11, 15)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina