Encontrados 738 resultados para: faraón de Egipto

  • Arrasaré a Egipto; mataré a sus habitantes y quedará completamente vacío: entonces sabrán que yo soy Yavé. (Ezequiel 32, 15)

  • Las hijas de las naciones entonarán este canto fúnebre; lo cantarán refiriéndose a Egipto y a su pueblo, cantarán este canto fúnebre, palabra de Yavé. (Ezequiel 32, 16)

  • "Hijo de hombre, laméntate por la gloria de Egipto. (Ezequiel 32, 18)

  • y serán reunidos con todos los demás que fueron pasados a cuchillo. Egipto ha sido entregada y la llevan con todos sus habitantes. (Ezequiel 32, 20)

  • En el reino de los muertos los héroes más valientes junto con los auxiliares del faraón le dirán: ¿Por qué van a ser tratados mejor que los demás? Baja y quédate entre los incircuncisos, que perecieron al filo de la espada. (Ezequiel 32, 21)

  • Al verlos el Faraón se consolará por su ejército que cayó bajo la espada -palabra de Yavé. (Ezequiel 32, 31)

  • La frontera meridional de Gad irá desde Tamar hacia las aguas de Meribá de Cadés, y hasta el Gran Mar siguiendo el torrente de Egipto. (Ezequiel 48, 28)

  • Y ahora, Señor, Dios nuestro, que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de Egipto y te ganaste una fama que dura hasta el presente, nosotros hemos pecado, hemos sido malos. (Daniel 9, 15)

  • Tendrá la victoria en sus guerras y se hará dueño de sus mismos dioses, sus estatuas y sus objetos de plata y oro. Este será el botín que se llevará a Egipto; y durante algunos años se quedará lejos del rey del norte (Daniel 11, 8)

  • Extenderá su mano sobre varios países e incluso Egipto. (Daniel 11, 42)

  • Se apoderará de los tesoros de oro y plata y de todos los objetos preciosos de Egipto. Libios y etíopes se le unirán (Daniel 11, 43)

  • Le devolveré sus viñas, convertiré el valle de la Mala Suerte en un lugar de esperanzas. Y allí ella me responderá como cuando era joven, como en los días en que subió de Egipto. (Oseas 2, 17)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina