Encontrados 24 resultados para: faltará

  • Dirás a los prisioneros: «¡Salgan!», a los que están en la oscuridad: «Salgan a la luz.» A lo largo del camino pastarán y no les faltará el pasto ni en los cerros pelados. (Isaías 49, 9)

  • Muy pronto saldrá en libertad el prisionero; no morirá en el calabozo, ni le faltará más el pan. (Isaías 51, 14)

  • ¿Cómo te voy a perdonar? Tus hijos me han abandonado tomando por Dios a los que no lo son. Cuando cuidaba que nada les faltara, ellos se entregaron al adulterio. Juntos acudían a la casa de las prostitutas. (Jeremías 5, 7)

  • Pues lo afirma Yavé: Nunca le faltará a David un descendiente para que se siente en el trono de Israel (Jeremías 33, 17)

  • ni tampoco les faltará a los sacerdotes y levitas un hombre que, en presencia mía, ofrezca holocaustos, queme incienso de oblación y celebre el sacrificio cada día. (Jeremías 33, 18)

  • Es tu turno, habitante del país, llegó el momento, se acerca el día; no faltará, no tardará. (Ezequiel 7, 7)

  • Luego tomó una plantita del lugar, la puso en un campo como si fuera un sauce, donde no faltara el agua. (Ezequiel 17, 5)

  • Pero ni la era ni el lagar les proporcionarán el sustento necesario, y hasta el vino les faltará. (Oseas 9, 2)

  • Yo dejé sus dientes limpios por no tener qué masticar e hice que faltara el pan en todas sus ciudades, pero ustedes no se han vuelto a mí - palabra de Yavé. (Amós 4, 6)

  • Ciertamente no es un alimento el que nos hará agradables a Dios; de comerlo, no será grande el povecho, y de no comer, no nos faltará. (1º Carta a los Corintios 8, 8)

  • Tomen esto en cuenta, y si se interesan por los dones espirituales, ansíen los que edifican la Iglesia. Así no les faltará nada. (1º Carta a los Corintios 14, 12)

  • Porque si alguien cumple toda la Ley, pero falla en un solo punto, es como si faltara en todo. (Carta de Santiago 2, 10)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina