Encontrados 74 resultados para: estar
La boca de la adúltera es una fosa profunda; hay que estar abandonado por Yavé para caer en ella. (Proverbios 22, 14)
Más vale estar de a dos que solo: el trabajo rendirá más. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 9)
El temor del Señor es nuestra gloria y de ello podemos estar orgullosos; es la alegría y la corona de los vencedores. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 11)
Antes de hablar, infórmate, y cuídate antes de estar enfermo. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 19)
¿A quién habrá consultado para entender mejor, para saber cómo se administra justicia o para estar al día en los métodos más prácticos? (Isaías 40, 14)
Vendrán, cantando de alegría, al cerro de Sión, y acudirán para gozar de los regalos de Yavé, del trigo, vino y aceite, de las ovejas y bueyes. Su alma será como un huerto bien regado, y no volverán más a estar desganados. (Jeremías 31, 12)
Por eso ahora soporta tu afrenta ya que tus pecados más horribles que los de ellas las hacen aparecer como inocentes. Deberías estar roja de vergüenza por haber justificado así a tus hermanas. (Ezequiel 16, 52)
A los del palacio se les servían alimentos y bebidas que Daniel no quería tomar, por estar prohibidos por su ley. Pidió entonces permiso al jefe de los funcionarios del palacio para no comer estas cosas, que lo habrían manchado. (Daniel 1, 8)
Es el significado de la piedra que has visto desprenderse del monte sin ayuda de ninguna mano y que redujo a polvo el hierro, el bronce, la loza, la plata y el oro. El Dios grande te ha revelado lo que ha de venir. ¿No es cierto que éste fue tu sueño? Entonces puedes estar seguro de la explicación.» (Daniel 2, 45)
Entonces Yavé le preguntó: «¿Te parece bien enojarte por este ricino?» Jonás respondió: «Sí, tengo razón para estar enojado hasta el punto de querer morir.» (Jonás 4, 9)
y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre. (Evangelio según San Mateo 4, 2)
Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra, y las semillas brotaron en seguida por no estar muy honda la tierra. (Evangelio según San Marcos 4, 5)
