Encontrados 564 resultados para: estás

  • La comerán, ya que fue santificada para hacer expiación por ellos y consagrarlos. Ningún extraño comerá de estas cosas, porque son sagradas. (Exodo 29, 33)

  • Estas serán de madera de acacia y las revestirás de oro. (Exodo 30, 5)

  • Moisés suplicó a Yavé, su Dios, con estas palabras: «Oh Yavé, ¿cómo podrías enojarte con tu pueblo, después de todos los prodigios que hiciste para sacarlo de Egipto? (Exodo 32, 11)

  • Yavé terminó diciendo a Moisés: «Pon por escrito estas palabras, pues éste es el compromiso de la Alianza que he pactado contigo y con los hijos de Israel.» (Exodo 34, 27)

  • Hizo también de madera de acacia estas varas y las cubrió con planchas de oro, pues sirvieron para transportar la mesa. (Exodo 37, 15)

  • «Dirás a los hijos de Israel: Estas son las normas para las personas que pecan por ignorancia contra uno de los mandamientos de Yavé, haciendo algo que no debe hacerse. (Levítico 4, 2)

  • Ustedes quedarán día y noche a la entrada de la Tienda de las Citas durante siete días. Ustedes deberán observar estas normas no sea que mueran, pues él mismo lo ordenó así. (Levítico 8, 35)

  • Estas son las aves que tendrán por impuras y que no comerán por ser inmundas: (Levítico 11, 13)

  • Si una mujer tiene derrame de sangre durante muchos días, fuera del tiempo de sus reglas, o si éstas se prolongan, quedará impura durante todo este tiempo, como en los días del derrame menstrual. (Levítico 15, 25)

  • Se vestirá con la túnica sagrada de lino, se pondrá los calzoncillos de lino, se ceñirá la faja de lino y se cubrirá con el turbante de lino. Estas son las vestiduras sagradas que vestirá después de haberse lavado con agua. (Levítico 16, 4)

  • No se manchen haciendo estas cosas, pues así es como se han manchado las naciones que yo desalojé ante ustedes. (Levítico 18, 24)

  • Ustedes guarden mis leyes y mis normas y no cometan ninguna de estas abominaciones ni tampoco los forasteros que vivan entre ustedes. (Levítico 18, 26)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina