Encontrados 501 resultados para: espíritu abatido
Estaban preparando lo que mantiene a los ángeles en suspenso, y que ahora les ha sido anunciado por los evangelizadores de ustedes, al mismo tiempo que el Espíritu Santo les era enviado desde el cielo. Y les fue revelado que todo esto sería, no para ellos, sino para ustedes. (1º Carta de Pedro 1, 12)
Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 1, 13)
sino que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que no se pierde, es decir, un espíritu suave y tranquilo. Eso sí que es muy precioso ante Dios. (1º Carta de Pedro 3, 4)
Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo esta la muerte del justo por los injustos. Murió por ser carne, y luego resucitó por el Espíritu. (1º Carta de Pedro 3, 18)
Pues no sin razón el Evangelio ha sido anunciado a muchos que han muerto; si bien en cuanto seres humanos han recibido la sentencia de muerte, a través del Espíritu viven para Dios. (1º Carta de Pedro 4, 6)
Si son insultados a causa del nombre de Cristo, felices ustedes, porque la gloria y el Espíritu de Dios descansan sobre ustedes. (1º Carta de Pedro 4, 14)
pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado, movidos por el Espíritu Santo. (2º Carta de Pedro 1, 21)
En la actualidad éstos son los que causan divisiones, se mueven en lo humano, y no tienen el Espíritu. (2º Carta de Pedro 3, 19)
En cambio ustedes, muy amados, construyan su vida sobre los fundamentos de su santísima fe, oren en el Espíritu Santo (2º Carta de Pedro 3, 20)
El que guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. Pues Dios permanece en nosotros, y lo sabemos por el Espíritu que nos ha dado. (1º Carta de Juan 3, 24)
¿Quieren reconocer al espíritu de Dios? Todo espíritu que reconoce a Jesús como el Mesías que ha venido en la carne, habla de parte de Dios. (1º Carta de Juan 4, 2)
En cambio, si un inspirado no reconoce a Jesús, ese espíritu no es de Dios; es el mismo espíritu del Anticristo. Han oído que vendría un anticristo: pues bien, ya está en el mundo. (1º Carta de Juan 4, 3)