Encontrados 18 resultados para: enterarse

  • Si su padre, al enterarse de su voto o del compromiso que ha contraído, no le dice nada, serán válidos. (Números 30, 5)

  • Si su marido, al enterarse, no le dice nada, los votos y compromisos que ha contraído serán válidos. (Números 30, 8)

  • Si su marido al enterarse no le dice nada, ni lo desaprueba, serán válidos. (Números 30, 12)

  • Sin embargo, cuando los príncipes de Babilonia enviaron embajadores para enterarse de la señal maravillosa ocurrida en el país, Yavé lo abandonó para probarlo y descubrir todo lo que tenía en su corazón. (2 Crónicas 32, 31)

  • Al segundo día, los jefes de familia, los sacerdotes y levitas se reunieron junto al maestro de la Ley, Esdras, para enterarse de la Ley. (Nehemías 8, 13)

  • El sumo sacerdote, Joaquín, y todo el Consejo de Ancianos de los habitantes de Jerusalén vinieron a enterarse de los beneficios con que el Señor había colmado a Israel, y para ver a Judit y saludarla. (Judit 15, 8)

  • Simón estaba recorriendo las ciudades de Judea para enterarse de su administración. El undécimo mes, llamado Sabat, del año ciento setenta y siete, llegó a Jericó con sus dos hijos, Matatías y Judas. (1 Macabeos 16, 14)

  • En aquel tiempo, Merodac-Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, mandó cartas y un regalo a Ezequías al enterarse de su enfermedad y de su curación. (Isaías 39, 1)

  • Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron desde el palacio del rey a la Casa de Yavé, donde se sentaron para juzgar el asunto a la entrada de la Puerta Nueva. (Jeremías 26, 10)

  • Al enterarse los babilonios de esto, se indignaron y se amotinaron contra el rey, diciendo: «El rey se ha hecho judío, destruyó a Bel, mató a la serpiente, y suprimió a los sacerdotes.» (Daniel 14, 28)

  • Pero al enterarse de que Arquelao gobernaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Conforme a un aviso que recibió en sueños, se dirigió a la provincia de Galilea (Evangelio según San Mateo 2, 22)

  • En algún momento, dos ciegos estaban sentados a la orilla del camino, y al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: «¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!» (Evangelio según San Mateo 20, 30)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina