Encontrados 31 resultados para: engaño

  • Judas supo que venían a él con engaño; se cuidó, pues, y se apartó de ellos, y ya no quiso verlos más. (1 Macabeos 7, 30)

  • Pero el rey de Egipto reunió un ejército incontable como la arena de las playas del mar, así como muchos barcos, pues intentaba apoderarse por engaño del reino de Alejandro y unirlo al suyo. (1 Macabeos 11, 1)

  • Por esto, Menelao, a solas con Andrónico, lo incitaba a que acabara con Onías. Andrónico fue donde Onías y se ganó con engaño su confianza, estrechando su mano y dándole la mano con juramento; persuadió a Onías, aunque a éste no le faltaban sospechas, a salir de su refugio, e inmediatamente le dio muerte, sin respeto alguno de la justicia. (2 Macabeos 4, 34)

  • Pero no podía oponerse a las órdenes del rey; por eso, buscaba la ocasión para cumplirlas por medio de algún engaño. (2 Macabeos 14, 29)

  • Los justos tratan de hacer el bien, los proyectos de los malos no son más que engaño. (Proverbios 12, 5)

  • ¿Hasta dónde no correrás? Pero será en vano: como te engañó Asur también te engañará Egipto. (Jeremías 2, 36)

  • Puesto que la lengua de los ídolos fue pulida por el artífice, son un mero engaño, e incapaces de poder hablar aunque estén dorados y plateados. (Baruc 6, 7)

  • Todo lo que se hace en honor de estos dioses es engaño. ¿Cómo, pues, podrá nunca juzgarse o decirse que ésos sean dioses? (Baruc 6, 44)

  • Porque siendo, como son, cosa de madera, dorados y plateados, conocerán finalmente todas las naciones y reyes que son un engaño; reconocerán que no son dioses, sino obra de las manos de los hombres, y que nada hacen en prueba de que son dioses. (Baruc 6, 50)

  • Ohola me engañó: ardía de pasión por sus amantes. Eran sus vecinos Asirios, (Ezequiel 23, 5)

  • Con ellos me engañó, con esos asirios de clase alta. Ardía de amor por ellos, y al mismo tiempo se ensuciaba con sus ídolos. (Ezequiel 23, 7)

  • Obrará con engaño aprovechando las alianzas hechas con él y, con poca gente, se hará fuerte (Daniel 11, 23)


“Uma só coisa é necessária: estar perto de Jesus”. São Padre Pio de Pietrelcina