Encontrados 55 resultados para: empezaron
Cuando los hombres empezaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, (Génesis 6, 1)
Las aguas iban bajando sobre la tierra, con flujo y reflujo; empezaron a descender después de los ciento cincuenta días. (Génesis 8, 3)
Tenía rebaños de ovejas, rebaños de vacas y numerosos criados, por lo que los filisteos empezaron a mirarlo con envidia. (Génesis 26, 14)
Los capataces, pues, junto con sus secretarios israelitas, empezaron a apurar pueblo: «Así dice Faraón: No les daremos más paja. (Exodo 5, 10)
Y empezaron a murmurar en sus tiendas: Yavé no nos quiere; nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos, que acabarán con todos nosotros. (Deuteronomio 1, 27)
Entonces los de Judá dijeron a sus hermanos de la tribu de Simeón: «Ayúdennos a conquistar la parte del país que nos corresponde y, después, conquistaremos juntos la de ustedes.» Así que empezaron la guerra juntos. (Jueces 1, 3)
Los israelitas, apenas lo vieron, empezaron a retroceder, llenos de miedo. (1 Samuel 17, 24)
Saúl, pues, envió unos soldados para que lo tomaran preso. Ellos vieron a la comunidad de los profetas «profetizando»; es decir, que estaban en trance, con Samuel al frente de ellos. Entonces el espíritu de Yavé se apoderó de los soldados, que también empezaron a profetizar. (1 Samuel 19, 20)
Ellos gritaron más fuerte y, según su costumbre, empezaron a hacerse tajos con cuchillo hasta que les brotó la sangre. (1 Reyes 18, 28)
Los ejércitos acamparon frente a frente, durante siete días, y al séptimo día empezaron a pelear. Israel derrotó a los arameos. Ese día mataron a cien mil hombres de infantería. (1 Reyes 20, 29)
El rey de Israel dijo a Josafat: «Yo voy a disfrazarme para ir a la pelea, mientras tú te pondrás tus vestidos.» El rey de Israel se disfrazó y así empezaron a pelear. (2 Crónicas 18, 29)
Josué, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, empezaron a reconstruir el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él sacrificios, como está escrito en la Ley de Moisés, hombre de Dios. (Esdras 3, 2)